EDUARDO CESARUn método sencillo y práctico para la evaluación de la anemia, compuesto de un aparato portátil que mide la concentración de hemoglobina en la sangre y instantáneamente da el resultado, se encuentra en fase final de convalidación. La hemoglobina, una proteína existente en los hematíes y en el plasma, responsable del transporte de oxígeno, es el principal parámetro utilizado para indicar la falta de hierro en el organismo, llamada anemia ferropriva. Este aparato se desarrolló para contemplar la demanda de programas de salud pública, pero también podrá usarse en clínicas. Un pequeño corte en el dedo es suficiente para extraer la sangre con una pipeta, que enseguida se coloca en una ampolla con reactivo. Cuando el contenido líquido se homogeniza, la ampolla se encaja en un espacio apropiado en el aparato. La lectura se hace mediante el empleo de un fotómetro, compuesto de un diodo emisor de luz, el LED (de la sigla en inglés light emitting diode), de color verde – longitud de onda que la molécula de hemoglobina absorbe – y de un detector de luz del otro lado.
“El haz de luz mide la fracción de energía luminosa absorbida por la muestra”, explica Paulo Alberto Paes Gomes, físico y coordinador del proyecto apoyado por la FAPESP a través del Programa Investigación Innovadora en la Pequeña y Microempresa (Pipe). Por la cantidad de luz que se absorbe es posible dosificar la cantidad de hemoglobina en la muestra. Basta con apretar un botón y el resultado aparece en un mostrador. La lectura de los patrones de hemoglobina, que corresponden a valores normales o bajos, se efectúa mediante un chip previamente programado. “La estimación apunta que alrededor del 17% de los niños brasileños de entre 4 y 6 años padece anemia ferropriva, lo que configura un grave problema de salud pública, porque es la edad en que el sistema nervioso se está desarrollando, y así el aprendizaje se ve perjudicado”, dice el profesor Jair Ribeiro Chagas, del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp), que participa en la investigación.
Un equipamiento sueco portátil es actualmente la principal referencia para la medición de hemoglobina. Pero, en lugar de la ampolla, una pequeña lámina transporta la gota de sangre hacia adentro del aparato que efectúa la lectura. El nuevo método de lectura y medición de la proteína permitió una solicitud de patente, depositado en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI), con apoyo de la FAPESP. El precio del aparato y el costo de los exámenes son citados por los investigadores como puntos a favor del aparato nacional. “El equipamiento importado cuesta alrededor de 4 mil reales, mientras que el que nosotros desarrollamos debe salir a lo sumo por dos mil reales, con impuestos inclusive”, dice Chagas. “El examen con la ampolla y el reactivo sale por alrededor de 1,50 reales, incluso en pequeña escala, en tanto que otros métodos cuestan entre 5 y 7 reales”, subraya Gomes.
La primera idea de los investigadores era trabajar en el desarrollo de un equipamiento destinado medir la enzima conversora de angiotensina, una proteína importante en el tratamiento de la hipertensión. “Queríamos un aparato que facilitase la medición de esa enzima en el laboratorio”, comenta Chagas, quien trabaja con enzimas proteolíticas. En esa misma época, en 2004, el investigador ejercía el cargo de prorrector de investigación y de grado en la Universidad Mogi das Cruzes (UMC), luego licenciarse en la Unifesp. Fue en la universidad que conoció a Gomes, quien, luego de seguir física y concluir su doctorado en ingeniería biomédica en la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp), formó un grupo de investigación en ingeniería biomédica en el área de electrofisiología del corazón con el apoyo del Programa Jóvenes Investigadores de la FAPESP. Cuando efectivamente decidieron dar inicio al desarrollo, Gomes, quien ya estaba alejado de la universidad, quedó como responsable del proyecto en la empresa Sépia, hospedada en la Intec, la incubadora de base tecnológica de Mogi. El tercer socio en la empresa, Maurício Marques de Oliveira, graduado en veterinaria en la Universidad São Paulo, con maestría en ingeniería biomédica en la UMC, se sumó al grupo a comienzos de 2006.
Evaluación tecnológica
La idea inicial fue ampliada para la medición de otros parámetros, tales como hemoglobina, sodio, potasio, glucosa y colesterol, todos en un solo equipamiento. Al final de 2006, durante el desarrollo del proyecto, surgió un concurso de propuestas para la incorporación de nuevas tecnologías al Sistema Único de Salud (SUS), en el marco de una asociación entre el Ministerio de Salud, la Secretaría de Salud de la Gobernación del Estado de São Paulo y la FAPESP. Como las investigaciones estaban adelantadas y un primer prototipo para la medición de la hemoglobina ya estaba listo, los investigadores le presentaron el equipamiento a Mario Maia Bracco, médico responsable del Centro Asistencial Cruz de Malta, organización no gubernamental que actúa en la región de Jabaquara, zona Sur de São Paulo, para que evaluase la tecnología empleada y la posibilidad de aplicarla en el SUS. Cruz de Malta, en convenio con la Unifesp en las áreas de enfermería, oftalmología y pediatría, cuenta con un ambulatorio clínico que atiende a madres y niños del barrio. El proyecto fue aprobado por la FAPESP y por el comité de ética de la universidad.
“En la convalidación se evaluó a más de cien niños de entre 4 y 6 años, con nuestro aparato, con el importado, comprado para la evaluación, y con el equipamiento normal de laboratorio que ellos ya usaban en el ambulatorio”, informa Chagas. Participaron en esta etapa agentes del Programa de Salud de la Familia de la Unifesp. Además del análisis de sangre, se hicieron mediciones de peso y altura de los niños. “Éstas presentaron una prevalencia muy alta de anemia, de entre el 20% y el 21%”, sostiene. Luego de la comprobación de que el equipamiento efectivamente funcionaba, se efectuó un acuerdo con la municipalidad de Ilhabela, localidad ubicada en el litoral norte paulista, para la evaluación de niños también en edad preescolar. En dicha etapa se evaluó a 670 niños. “De éstos, el 18% tenía anemia”, informa Chagas. Todas las familias de los niños que padecían anemia recibieron una carta con recomendaciones alimentarias y al cabo de 45 y 90 días se les hicieron nuevos exámenes para la evaluación del nivel de hemoglobina en la sangre. Una vez concluida esta etapa, los investigadores propusieron ampliar el estudio a otras localidades, tales como Santa Luzia do Itanhi, ciudad de la costa del estado de Sergipe; en la desembocadura del río Amazonas y en otras periferias de São Paulo. “Nuestro objetivo era evaluar la utilización del aparato en escenarios y condiciones ambientales y sociales diversas”, dice Oliveira.
En julio de este año un equipo integrado por la médica pediatra Juliana Teixeira y por investigadores del grupo pasó diez días en la localidad sergipana, evaluando a todos los niños en edad preescolar. “Fueron 230 exámenes, con diagnóstico de anemia en el 22% de los niños”, informa Gomes. Durante la segunda semana de agosto Bracco visitó en barco comunidades ribereñas de la desembocadura del río Amazonas, en el estado de Amapá, para chequear la eficacia del equipamiento. En la oportunidad se evalúo a 370 personas, entre adultos y niños, en el marco de un muestreo que registró más del 40% de incidencia de anemia.
Por los resultados recabados, el aparato respondió bien a todas las demandas en diferentes ambientes. “Aunque es un efecto colateral del proyecto principal, este aparato es sumamente interesante desde el punto de vista de la salud pública”, dice Chagas. En cuanto al equipamiento multifunción para medir potasio, sodio y otros parámetros, ya está listo un primer prototipo, pero aún falta su convalidación, que abarca diez exámenes diferentes.
Los proyectos
1. Fluorímetro simplificado para la medición de la actividad de la enzima conversora de angiotensina (ECA) en fluidos biológicos (nº 04/14274-6); Modalidad Programa Investigación Innovadora en la Pequeña y Microempresa (Pipe); Coordinador Paulo Paes Gomes – Sépia; Inversión R$ 326.778,35 (FAPESP)
2. Solicitud de apoyo para el registro de patente del hemoglobinómetro portátil HB-010 y método asociado (nº 06/61239-7); Modalidad Programa de Apoyo a la Propiedad Industrial; Coordinador Paulo Paes Gomes – Sépia; Inversión R$ R$ 6.000,00 (FAPESP)
3. Evaluación de la tecnología empleada en el hemoglobinómetro HB-010 y posibilidades de aplicación en el del Sistema Único de Salud/Convenio FAPESP-CNPq-SUS (nº 06/61907-0); Modalidad Programa de Investigación para el SUS – Políticas Públicas; Coordinador Mario Bracco – Cruz de Malta; Inversión R$ 178.185,00 (FAPESP)