
Y sí, dio tiempo. La exposición proveniente del Museo de Historia Natural de Nueva York, pero con buenos agregados brasileños, promovida por el Instituto Sangari, con múltiples apoyos empresariales e institucionales, el de la FAPESP inclusive, se inauguró en la noche del 28 y se abrió al público el 29 de febrero (página 42). Y lista — aunque los propios organizadores explicasen que restaban algunas cosas por finalizar y otras para perfeccionar. Lo que no llega a ser un problema, ya que las exposiciones pueden funcionar como un proceso, en cierta forma — un proceso de hacer pensar y producir nuevas interrogaciones, cambiar las preguntas, de acuerdo con la observación del director científico de la FAPESP, Carlos Henrique de Brito Cruz. Por otra parte, es con ese propósito de producir nuevas preguntas “y discusiones” que Pesquisa FAPESP se junta a los promotores de la exposición y comienza encargarse de la programación de conferencias y debates que integra la Revolução genômica. Personajes importantes de la construcción contemporánea del conocimiento científico, brasileños y extranjeros, van a contribuir de marzo a julio para dar vitalidad al debate de cuestiones esenciales al diseño presente y futuro de las sociedades humanas, y que se despliegan en gran medida en el ámbito de la producción de ciencia y tecnología. Pero vamos de una vez a algunas más que merecidas palabras sobre esta edición. Primeramente, el artículo estampado en la portada es para leerlo con mucha atención: un amplio análisis sobre los variados ecosistemas brasileños, desde la Selva Amazónica hasta la vegetación agreste característica del norte de Brasil y conocida como “Caatinga” y las Pampas, que inexplicablemente se mantuvo en escondido durante casi un año, deja claro que hasta ahora el país consumió un 30% de su vegetación natural, y la mayor parte de eso sucedió en los últimos 50 años, como lo muestra el editor de ciencia, Ricardo Zorzetto. ¿Es mucho? ¿Es poco? El lector tendrá datos suficientes como para sacar sus propias conclusiones. Forma parte también del tema de la portada el reportaje de la editora de política, Claudia Izique, que detalla con precisión los sistemas que permiten monitorear la deforestación de la Amazonia, objeto de intensas polémicas y algazaras políticas hace alrededor de dos meses. Todo eso a partir de la página 20.
Otro artículo de fuste de la revista está a cargo del editor de tecnología, Marcos de Oliveira, y del editor especial Fabrício Marques, sobre la expansión y el significado de las incubadoras de empresas para la economía brasileña y para su potencial innovador. Algunos ejemplos concretos de empresas que en diferentes partes del país salieron de las incubadoras para afirmarse en el mundo de los negocios dan un sabor especial a este informe de ambos periodistas.
Finalmente, son imperdibles son también la entrevista con Alexandre Kalache, defendiendo una consistente política para envejecer bien, a cargo del editor jefe, Neldson Marcolin, y, en el mes en que se celebra el Día Internacional de la Mujer, el artículo del editor de humanidades, Carlos Haag, sobre un estudio que muestra que las mujeres que viven solas por opción, muy lejos del viejo mito de la solterona, pueden ser felices y amadas.
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