Los alrededor de 180 mil sudaneses refugiados en el desierto de Chad cuentan literalmente con una ayuda que cae del cielo para saciar su sede. El Alto Comisionado de la ONU para Refugiados recurrió a un sistema de datos obtenidos vía satélite para ubicar fuentes subterráneas de agua en pleno desierto del Sahara. Los mapas cubren un área de 22.500 kilómetros cuadrados en torno a los campos de Oure Cassoni, Touloum y Iridimi.
Allí se concentran legiones de sudaneses que huyeron del estado de Darfur, afectados por la violencia de los conflictos entre el gobierno y fuerzas rebeldes. Con base en esos datos, los excavadores de pozos tuvieron éxito en sus búsquedas, ahorrándose así tiempo y dinero. El comisionado cuenta con el apoyo del consorcio Unosat, vinculado a la Agencia Espacial Europea, y de la empresa Radar Technologies France (RTF).
La tecnología utiliza imágenes suministradas por satélites como el Landsat, el ERS y el JERS-1, al margen de fotos de la Misión Topográfica por Radar de la Nasa. El cruzamiento de datos detecta en detalle la topografía y las principales estructuras geológicas. “La región tiene agua, pero falta una política de manejo”, dice Alain Gachet, de la empresa RTF. (European Space Agency, 7 de septiembre)
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