Los portadores de discapacidad auditiva son consumidores que necesitan un canal de comunicación adaptado para su atención por parte de las empresas. Pensando en ese universo, que reúne a 4,7 millones de personas en Brasil, de las cuales 1,3 millones no escuchan absolutamente nada, de acuerdo con el Censo del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) de 2000, la empresa Koller & Sindicic creó la Central de Atención al Sordo (CAS) en sociedad con la Fundación Centro de Investigación y Desarrollo (CPqD), de Campinas. “Esta central les permite a las empresas abrir un canal de comunicación nuevo con los consumidores y clientes que portan una discapacidad auditiva”, dice Alexandre Sayão, gerente de la empresa.
Para que la comunicación pueda concretarse, es necesario que los discapacitados auditivos utilicen un teléfono público o domiciliario especialmente adaptado para sordos, dotado de un teclado alfanumérico. Todo lo que envía y recebe el usuario aparece en el visor luminoso del teléfono. En la empresa, la atención se realiza con el TS-PC, un dispositivo telefónico acoplado a una central telefónica que posee contestador automático, historial de llamadas, discado rápido para diez números telefónicos, mensajes personalizados y agenda telefónica. La CAS empezó a desarrollarse en 2001, cuando Koller aún estaba dentro del Centro Incubador de Empresas Tecnológicas (Cietec), en la Ciudad Universitaria de São Paulo.
Hoy en día el nuevo sistema está en funcionamiento en empresas como Sadia, TIM, Aché, Claro y Porto Seguro. “Es un producto orientado a empresas que poseen call center y que mantienen una relación con el consumidor”, dice Sayão. La CAS sirve también como sistema alternativo y personalizado para que la empresa no dependa del Servicio Central de Intermediación Sordo-Oyente (Ciso) que suministra la empresa Telefónica.
Republicar