Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, Estados Unidos, lograron crear una versión genéticamente modificada del parásito causante de la leishmaniosis, una enfermedad que afecta a dos millones de personas anualmente, principalmente en los países pobres. Desprovisto de las moléculas conocidas como fosfoglicanos, el protozoo mutante del género Leishmania se mostró perfectamente apto para sobrevivir en el organismo de un hospedador por tiempo indeterminado sin afectarlo (Science, 29 de agosto).
En su versión natural, el parásito – transmitido al ser humano y a los animales a través de la picadura del mosquito flebotomo – logra permanecer inactivo durante largos períodos, reactivándose únicamente para agravar los síntomas agudos de la leishmaniosis, que van desde leves ulceraciones cutáneas hasta gravísimas lesiones en los órganos internos. Los investigadores esperan que el parásito mutante pueda ayudarlos a comprender los mecanismos utilizados por la Leishmania para escapar del sistema inmunológico y desarrollar vacunas y tratamientos más eficaces para combatirla.
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