De salir al mercado una cámara fotográfica desarrollada por un equipo de investigadores de la Universidad Stanford, encabezado por Pat Hanrahan, habrán terminados los días de lamento por haber dejado a alguien fuera de foco en una fotografía. Para corregir el foco, los investigadores pusieron decenas de microlentes en una cámara convencional entre la lente principal y el sensor digital. Estas microlentes graban cada ángulo de radio de luz captado por la cámara, que después pueden usarse para corregir la fotografía mediante el empleo de un software. Este invento podrá ser útil principalmente para mejorar las imágenes de los microscopios y las cámaras de seguridad, al margen de la toma de fotografías de objetos a alta velocidad.
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