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TRAYECTORIAS

Una carrera basada en la miel

La farmacéutica Franciane Marquele de Oliveira trabajó como investigadora y docente antes de abrir una startup

Archivo personalEl placer de alternar entre el ámbito académico y el mundo empresarial es una peculiaridad de la farmacéutica Franciane Marquele de Oliveira. La investigadora nació en Santo André, en la Región Metropolitana de São Paulo, y creció en Araras, en el interior paulista, donde cursó la carrera de farmacia en el Centro Universitario Hermínio Ometto. Se graduó en 2001 e inmediatamente comenzó a trabajar en el antiguo Laboratorio Zurita, también en Araras. “Me ocupaba de clasificar proveedores y establecer protocolos de validez”, relata. Más tarde retomó los estudios. Se mudó a Ribeirão Preto e ingresó al posgrado, iniciando un máster en la Facultad de Ciencias Farmacéuticas de Ribeirão Preto, en la Universidad de São Paulo (FCFRP-USP). No tardó mucho en impulsar sui carrera como investigadora.

Alrededor de un año después de iniciar la maestría, redactó y publicó su primer artículo científico en la revista Journal of Pharmaceutical and Biomedical Analysis. Ese trabajo versaba sobre la verificación de la actividad antioxidante de los extractos de propóleos, la resina que producen las abejas para sellar y esterilizar las colmenas, en fórmulas farmacéuticas de uso tópico.

Su labor como investigadora y el artículo en cuestión generaron buenas repercusiones en su entorno, lo que le permitió convertir la maestría en doctorado directo en la misma institución. Una vez concluido el doctorado, en 2007, ella hizo también dos investigaciones de posdoctorado con enfoque en nanotecnología en la FCFRP-USP antes de comenzar su carrera como docente. Empezó dando clases de tecnología farmacéutica en la disciplina de farmacia de la Universidad Paulista (Unip) de Ribeirão Preto. En 2012, recibió una invitación para trabajar como investigadora asociada en proyectos de innovación en la firma Apis Flora, que se dedica a la producción de medicamentos con base en miel, propóleos y productos naturales.

La farmacéutica intentó conciliar sus actividades como docente en la universidad con la de investigadora en la empresa durante cierto tiempo. Pero enseguida la situación se tornó insostenible. “Con dos hijos en casa, resolví quedarme solamente con el trabajo en Apis Flora”, relata. A medida que se involucraba en nuevas etapas del proceso de investigación y desarrollo de productos farmacéuticos, notó que podría ampliarse el radio de acción de la empresa con otros tipos de compuestos. Junto a la bioquímica Andresa Aparecida Berretta e Silva, gerente de investigación, desarrollo e innovación (ID&I) de Apis Flora, ella elaboró un plan de negocio para una startup y se lo presentó al dueño de la empresa, quien dio el visto bueno al proyecto.

Así fundaron Eleve Pesquisa e Desenvolvimento, incubada en Apis Flora. La startup trabaja en la concepción de sistemas innovadores de liberación de fármacos con patentes caducadas. “Así es que pudimos iniciar el desarrollo de un medicamento para el tratamiento de la leishmaniasis”, comenta. La propuesta consiste en encapsular el fármaco para su posterior liberación en un blanco específico, reduciendo los efectos colaterales del tratamiento. En otro frente, la empresa desarrolla un modelo de piel obtenido en laboratorio para sustituir animales en los test de cosméticos.

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