Daniel BuenoCierta música puede servir como estímulo para aumentar la productividad. Ése al menos parece ser el caso de un tipo especial de célula solar construida con óxido de zinc, que incrementa en un 50% su capacidad para convertir la luz solar en energía eléctrica cuando se la expone a canciones pop o a un rock estruendoso. El desempeño del dispositivo no presentó mejoras significativas cuando sonaban músicas más calmas, como por ejemplo la clásica. “A estas células solares realmente les gusta Adele (cantante inglesa) y AC/DC (grupo australiano de rock)”, dice el experto en nanomateriales Steve Dunn, de la Queen Mary University de Londres, uno de los autores de un reciente artículo sobre esa línea de investigación (Advanced Materials, 6 de noviembre). “En el caso de la música clásica, hay muchos menos sobretonos adicionales que en la música sintetizada o en el rock. El dispositivo responde a la mayor variedad de frecuencias presentes en el rock y también al hecho de que se dispone de mucha mayor energía en ese tipo de música”. Según los investigadores, no se trata solamente de música, sino que cualquier estímulo sonoro que produzca frecuencias similares puede, en teoría, elevar la eficiencia de ese tipo de artefacto solar. Sin embargo, no cabe esperarse su pronta utilización en paneles fotovoltaicos construidos con óxido de zinc, un material semiconductor bastante más barato que el silicio cristalino, comúnmente utilizado por ahora en las células fotoeléctricas. Incluso con la ayuda de los estímulos sonoros, los paneles testeados solamente alcanzan un 10% del desempeño de los paneles disponibles en el mercado.
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