En su tesis de doctorado, que acaba de defender en el Departamento de Ciencias de la Comunicación y Artes de la Escuela de Comunicación y Artes de la Universidad de São Paulo (ECA/USP), la profesora Francisca Eleodora Santos Severino analiza las transformaciones estructurales vinculadas a la modernización de la sociedad brasileña durante los últimos 30 años por medio de fotos de periódicos del país.
En el departamento de la investigadora hay millares de fotos sobre su mesa de trabajo, en carpetas o dentro de la computadora. Es material que ella viene juntando hace cinco años, y que fue utilizado en la investigación para su tesis de doctorado intitulada Fotos Periodísticas: La Imagen de la Violencia como Reflejo de las Metamorfosis de la Sociedad Brasileña en Proceso de Globalización. El período que abarca el estudio va de 1968 a 1998.
“La fotografía periodística se encuentra en el centro de las transformaciones estructurales vinculadas a la modernización de la sociedad brasileña durante los últimos 30 años”, observa Francisca Eleodora, explicando los motivos que la llevaron a elegir ese período de la historia. “Su presencia silenciosa pode ser portadora de múltiples voces, sobre todo en el período que va del final de los 60 a los 80”. En ese período, en su opinión, el periodismo fotográfico surge como instrumento mediático, y condicionado por las instituciones. “Es un período que viene contribuyendo a la construcción de un inmenso mosaico de nuestra historia, dinamizado por la mirada del lector, que actualiza, en el presente, las relaciones sociales y políticas del pasado”, dice.
Estudio empírico
Bajo la dirección del profesor Waldenyr Caldas, el exhaustivo trabajo de la investigadora, que ella inició aún siendo alumna de la ECA/USP, hace cinco años, y viene desarrollando en los últimos tres años con una beca de auxilio a la investigación otorgada por la FAPESP, está condensado en 460 páginas. La tesis presenta un estudio empírico y teórico sobre las fotos periodísticas que retratan la violencia. Su objetivo es poner en evidencia que esas imágenes son, simultáneamente, formas de expresión cultural y de representación de las relaciones sociales y políticas, características de la sociedad brasileña en proceso de mudanza estructural como consecuencia del fenómeno de la globalización. “Las fotos tienen múltiplas voces, y yo procuré develar por lo menos dos de ellas”, explica Francisca. “Por un lado, los condicionamientos ideológicos, y por otro, las determinaciones históricas que confrontan esa dirección”, señala la investigadora.
“El papel de la fotografía para develar la realidad falseada por la intervención militar e institucional fue primordial”, continúa. “Pero no por la afirmación o como documento fiel de la realidad y sí por la contradicción”, dice Francisca.Estando condicionada por la reproductibilidad técnica, la fotografía responde a la vocación de instrumentalización al servicio de la sociedad moderna. “Ella expresa esa vocación por la alienación y por la masificación popular”, explica la investigadora. Por otro lado, en su opinión, esa misma reproductibilidad técnica, al enfatizar determinado ángulo del objeto fotografiado, permite visualizar un fragmento histórico o un detalle de lo real que, de manera aleatoria, también fue registrado por la cámara del fotógrafo.
Para Francisca, eso revela que, aun estando condicionada por el ángulo del fotógrafo o por la pauta de los periódicos, la fotografía se deja impregnar por pequeños fragmentos de la realidad implodida. “Esos fragmentos deben ser seleccionados y analizados”, observa la investigadora. “Mi trabajo pretende hacer una lectura y una revisión de esos fragmentos a la luz de la contribución teórica de Walter Benjamin, Georg Lukàcs, Roland Barthes, Boris Kossoy, Olgária Matos y José Guilherme Merquior, entre otros”, dice.
Para sustentar su investigación, Severino también trabajó con referencias teóricas de autores de las ciencias sociales -como Octavio Ianni, Florestan Fernandes, Emir Sader, David Harvey y Frederic Jameson, solo para citar algunos- y con referencias bibliográficas de historiadores y antropólogos. “A partir de un caleidoscopio de fragmentos fotográficos, realizo una lectura hermenéutica de los cambios estructurales de la sociedad brasileña y del modo a través del cual una colectividad vivenció la inserción de Brasil en el mundo globalizado”, explica Francisca. “Lo importante en la lectura hermenéutica es la búsqueda del mensaje originario en elementos arcaicos y primitivos de abordaje”, afirma.
Segundo el diccionario Aurélio Buarque de Holanda Ferreira, hermenéutica es la interpretación del sentido de las palabras, de los textos sagrados y de las leyes. Pero Francisca va más allá. “Se refiere a una experiencia interpretativa empleada para la recuperación y traducción de las representaciones simbólicas y alegóricas que son propias de una determinada cultura”, dice. “De hecho, ella pierde un poco de su carácter de instrumento de exégesis teológica, pudiendo aplicarse también a textos profanos.”
En su estudio, la investigadora privilegia las fotos que inquietan la mirada del observador. “Aparentemente ingenuas, desprovistas de una intencionalidad más inmediata, ellas nos chocan por algún detalle que puede incluso ser la mirada del sujeto fotografiado”, observa la profesora. Una de las fotos sobre la mesa de Francisca que más llama la atención fue publicada en el diario O Estado de S. Paulo el día 6 de noviembre de 1969. La imagen retrata al activista político de izquierda Marighella muerto: acababa de ser baleado por militares en la Alameda Casa Branca, en el barrio de Jardins, en São Paulo. Pese a que el activista era ateo, su imagen remite al observador a un fragmento de la Pietá, de Michelangelo, en el cual Jesucristo acaba de ser retirado de la cruz y reposa muerto sobre la falda de la Virgen María. Pero en aquella visión alegórica de Marighella publicada en el diario no hay vestigios de la falda de lamadre, el está completamente solo. “Con seguridad es una foto montada”, afirma Severino. La investigadora recuerda que a Marighella lo mataron en la calle, y en la foto se ve que él está dentro de un auto. “Lo importante es la manera en la cual el fotógrafo lo encuadró, el mensaje es más rápido que el texto, coloca al lector en apuros y éste va a buscar sus referencias histórico-culturales”, explica.
Hijo de nadie
“Al remitir a la ausencia de la madre el observador es llevado en esa fotografía a analizar el personaje como alguien que no tenía madre ni patria, un hijo de nadie”, analiza. Fotos de esa índole -alegóricas y metafóricas, también privilegiadas en su trabajo-, en su opinión, le chocan al observador, pero también activan su memoria.
De hecho, ella observó que, a medida en que se intensificaban las rebeliones populares en el período analizado, se tornaban recurrentes las alegorías bíblicas. “Esta es una estrategia de manipulación de las masas populares”, analiza. “La alegoría bíblica remite a la memoria de experiencias arcaicas de enfrentamientos con la naturaleza”, observa. Así, para Severino la historia es reducida apenas a su dimensión natural, provocando la rememoración de miedos ya superados. “El miedo a la desaparición, a la disgregación y a la exclusión torna al sujeto melancólico y desamparado.”
“Considero que es necesaria una mirada entre el ahora y el antes para que el pasado no permanezca en suspenso, en un mal acabado rito de pasaje”, advierte Francisca. Llegando más cerca de la actualidad, otra foto también llama a atención por la imagen impresionante de un evento ocurrido en 1997. Se puede ver en ella a un asaltante muerto a tiros por la espalda, disparados por el personal de seguridad de João Paulo Diniz durante un intento de asalto. El joven muerto, que se hacía pasar por florista, está acostado de bruces sobre las flores y un hilo de sangre se escurre por su cuerpo. Al fondo, las botas de los policías militares anónimos. “Son botas militares en plena democracia”, observa la investigadora. “La imagen no puede ser vista fuera de contexto, pues contiene múltiples determinaciones históricas”, comenta la investigadora. “Pero lo que vemos es el ideario de la libertad vigilada. Es una señal de la degradación de una sociedad.”
Búsqueda
“La fotografía es un objeto en relación social”, observa Severino. “En esas condiciones, es producto de una planificación y de un acto de voluntades humanas”, continúa. “Forzosamente, en la relación de su producción y reproducción, ésta se deja impregnar por esa humanidad”, concluye. Para llevar a cabo su investigación, Francisca seleccionó entre más de dos mil fotos -casi siempre originales-, provenientes de los Archivos del Estado, de su archivo personal, de amigos, intelectuales y periodistas y, en especial, de la Biblioteca Mário de Andrade, que alberga un buen acervo de los diarios O Estado de S. Paulo y Folha de S. Paulo.
Todas las fotos fueron digitalizadas con una Mavica, cámara fotográfica que graba fotos en diskets, y están organizadas por fichas y por tema. Este equipamiento, así como la computadora Power 4 y el escáner, fueron comprados con los fondos de la reserva técnica de la FAPESP. “Debo agradecer, pues eso facilitó mucho mi trabajo”, enfatiza Severino.
Además del texto de la tesis, ella produjo un anexo que trae un estudio histórico, efectuado por la investigadora, que contiene una sinopsis de la historia brasileña de los últimos 30 años y que funciona como guía. “Privilegié aspectos conceptuales e interferí con mis reflexiones procurando mostrar las metamorfosis determinadas por la historia”, explica Severino sobre su trabajo de doctorado.
El proyecto
Fotos Periodísticas: La Imagen de la Violencia como Reflejo de las Metamorfosis de la Sociedad Brasileña en Proceso de Globalización (nº 97/12289-0); Modalidad Beca de doctorado; Director Waldenyr Caldas – Escuela de Comunicación y Artes de la USP; Investigadora Francisca Eleodora Santos Severino – Escuela de Sociología y Políticade São Paulo