miguel boyayanLos niños de las regiones norte y nordeste de Brasil tienen más caries y pierden más dientes que los que juegan en el sur y el sudeste del país. Y de nada sirve decirles que se cepillen mejor los dientes. Un estudio realizado por investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Paraná y de la Facultad de Odontología de la Universidad Estadual de Campinas con sede en Piracicaba, publicado en abril en la revista BMC Oral Health, demostró que el problema mayor sale de las canillas: agua sin flúor. Organizaciones de salud internacionales prescriben la fluoración del agua tratada –recomendación que en Brasil se adoptó en 1974 mediante una ley federal. Sin embargo, un estudio con una muestra de 246 localidades de país el deja claro que la implementación de la medida no fue homogénea. En el norte y en el nordeste, el 89,8% de los municipios no tiene flúor adicionado al agua, una región que coincide con las carencias sociales. En tanto, en las áreas más pudientes, buena parte de las ciudades tiene agua con fluoración, algunas desde los primeros años de la iniciativa. Para el equipo, los resultados demuestran que la desigualdad no se limita a la distribución de recursos económicos, y esperan llamar la atención acerca de la necesidad de extender iniciativas de salud pública a las regiones más pobres.
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