Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Harvard muestra que la estrategia brasileña de producción de medicamentos contra el Sida llevó al país a ahorrar 1.200 millones de dólares entre 2001 y 2005. Alrededor de 180 mil brasileños víctimas de la enfermedad reciben tratamiento gratis por medio de un programa considerado uno de los más avanzados en el combate al Sida. El artículo de Harvard dice, también, que la posibilidad de quebrar patentes de medicamentos anti-VIH ha servido para que los laboratorios reduzcan los precios de sus medicamentos. Al inicio del año, Brasil quebró la patente del Efavirenz, alegando una medida de emergencia de interés público, y decidió importar medicamentos más baratos de la India, que también fabrica medicamentos genéricos. Los investigadores de Harvard advierten, no obstante, que el éxito de la estrategia puede terminar por sofocarla: como hace que las personas vivan cada vez más, genera una demanda continua de medicamentos. La salida, dicen, es poner en práctica una política más agresiva de producción de genéricos anti-Sida, que hoy cuestan caro en Brasil. Según la investigación, en el caso que los costos de los genéricos brasileños estuviesen en el mismo nivel de países como la India, el costo total de los antirretrovirales habría sido de 367 millones de dólares en 2005, casi 50 millones de dólares menos de lo que fue efectivamente gastado. La autora principal del estudio es Amy Nunn, quien pasó una temporada de un año en Brasil.
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