A comienzos de enero de este año, dos empresas anunciaron el nacimiento de nueve cerdos clonados con genes modificados. Este hecho es importante porque abre la posibilidad de usar órganos de animales en el hombre –los llamados xenotransplantes. El cerdo es el animal más adecuado para proveer órganos para transplantes, como el corazón, por ejemplo. El problema es el miedo de transmitir virus porcinos al hombre y el rechazo del organismo humano a un tipo de azúcar producido por un gen específico del puerco.
La empresa PPL Therapeutics, de Escocia, divulgó inicialmente la noticia de que había clonado cinco lechonas con un gen desactivado – justamente uno de los que provocan el rechazo en el organismo humano. Un día después, la revista Science publicó el trabajo de investigadores de la Universidad de Missouri y de la empresa Immerge Bio Therapeutics sobre el nacimiento de otras cuatro lechonas transgénicas, que habían nacido tres meses antes.
La carrera entre las compañías de biotecnología para divulgar la novedad se produce porque hay en juego un mercado estimado en 5 mil millones de dólares anuales solamente en Estados Unidos, en donde 75 mil personas están en lista de espera por transplantes. El grupo de Missouri y de Immerge lleva la delantera – sus chanchos son pequeños y los órganos son de un tamaño compatible con los del hombre. Los de PPL son de una especie común, que puede llegar a 450 kilos y tiene órganos muy grandes como para ser transplantados.
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