
Los análisis de genes y de fósiles de grupos de plantas típicas del Cerrado, tales como la Mimosa, la Andira y el Lupinus, indicaron que la mayoría de las alrededor de 10 mil especies de plantas del Cerrado (casi la mitad de ellas exclusivas) habría comenzado a diversificarse, generando así otras especies, hace alrededor de 4 millones de años, coincidiendo con el surgimiento de gramíneas resistentes a incendios y a la expansión de este tipo de vegetación clasificada como sabana por el mundo. En esa época, los bosques que actualmente rodean a la sabana ya estaban formados desde hacía decenas de millones de años. Cubriendo dos millones de kilómetros cuadrados en Brasil, Bolivia y Paraguay, el Cerrado queda atrás en extensión únicamente con relación a la Amazonia.
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