Brasil es un país pionero en la suelta de mosquitos Aedes aegypti transgénicos mediante pruebas que vienen haciéndose desde la década pasada en ciudades del estado de Bahía y en el interior del estado de São Paulo. En 2019, la revista Scientific Reports publicó un artículo controversial alusivo a un estudio realizado con los mosquitos en el municipio de Jacobina (Bahía). En las conclusiones del texto, se dijo haber constatado la transferencia de genes transgénicos a la población silvestre de Aedes, lo que habría generado mosquitos híbridos. Tras las repercusiones generadas, en 2020 la revista añadió a la publicación original una nota de preocupación editorial, vertiendo críticas hacia el texto, avalada por seis de los diez autores del artículo (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 285).
Dos años después de la polémica, la empresa Oxitec obtuvo la autorización del gobierno brasileño, con base en el dictamen favorable de la CTNBio, para vender el mosquito genéticamente modificado en todo el territorio nacional, tanto a empresas como a personas físicas. “Estamos presentando el Aedes del Bien a un gran grupo de clientes y está teniendo aceptación entre muchos de ellos. Ya estamos vendiéndoselo a personas físicas”, informa Matheus Valério, biólogo de Detecta, empresa especializada en el control de plagas. “Tenemos que demostrar un concepto nuevo, porque la gente está acostumbrada a los productos de aplicación convencional”. La empresa, cuya sede se encuentra en Campinas (São Paulo), empezó a vender el producto como distribuidora asociada de Oxitec en octubre de 2022.
La distribuidora recomienda la liberación de los mosquitos durante al menos ocho meses consecutivos, preferentemente, de octubre a marzo. El kit de tratamiento básico está compuesto por dos cajas, que son suficientes para una superficie de 5.000 metros cuadrados (m2). Cada caja contiene unos 2.300 huevos, pero de cada unidad se liberan solamente 1.200 mosquitos machos; las hembras no sobreviven. La recarga con los huevos de Aedes debe sustituirse cada 28 días.
– La polilla transgénica está llegando
El kit también incluye cuatro sobres específicos para el control de calidad del agua esencial para el ciclo de desarrollo de los mosquitos. Cada caja vendida por Detecta cuesta 460 reales y la recarga, otros 196 reales. Sin embargo, Valério destaca que el costo total puede variar bastante. “Depende del tamaño del área de cobertura, de la necesidad de traslado del producto y de quién va a manejar las cajas. Se diseñan proyectos individuales”.
En Estados Unidos, la suelta todavía es de carácter experimental y se ha puesto en práctica solamente en el estado de Florida. En 2020, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA) autorizó a Oxitec a llevar a cabo pruebas piloto de la tecnología con los mosquitos de la segunda generación (del linaje denominado OX5034) en algunas zonas de los estados de Florida y California.
La agencia estadounidense, empero, tomó el recaudo de prohibir la liberación de los mosquitos en las áreas situadas a menos de 500 metros de posibles fuentes del antibiótico tetraciclina, tales como las estaciones de tratamiento de desagües, áreas de producción de manzanas, peras y frutas cítricas e instalaciones para el ganado bovino, porcino y granjas avícolas. Las moléculas de estos antibióticos, de uso frecuente tanto en salud humana como en terapia animal y, en algunos casos, en la agricultura, pueden ser excretadas sin haberse metabolizado en el tracto digestivo y contaminar el medio ambiente, tanto el suelo como el agua, aunque sea en bajas concentraciones.
El mosquito transgénico fue desarrollado y criado en un ambiente rico en tetraciclina. Al igual que en el caso de Spodoptera, el gen letal incorporado es el tTAV, elaborado a partir de ADN sintético con base en una fusión de secuencias de la bacteria Escherichia coli y del virus del herpes simple. “En laboratorio y en altas concentraciones, el antibiótico es capaz de inhibir la expresión del gen letal que portan los mosquitos. En el campo, el insecto macho transgénico copula con la hembra, que luego deposita los huevos. Los huevos eclosionan y surgen las larvas, que viven en el agua. Pero esta prole no encuentra en ese medio una concentración elevada de tetraciclina. Entonces el gen letal se expresa y la larva muere. A grandes rasgos, este es el proceso”, dice el ingeniero agrónomo Alberto Soares Corrêa, de la Esalq-USP.
En un comunicado de 2022, la agencia estadounidense argumentó que “existe una remota posibilidad de que las fuentes ambientales de tetraciclina puedan tener cantidades suficientes para funcionar como antídoto de la característica letal para las hembras del mosquito OX5034”. Así, cabría la posibilidad de que las hembras transgénicas sobrevivan y se reproduzcan. Tan solo las hembras del Aedes pican a los seres humanos y transmiten enfermedades.
En Brasil, no existen restricciones de lugar para la suelta de los insectos transgénicos, tanto de las polillas como de los mosquitos. El agrónomo y entomólogo Fernando Hercos Valicente, investigador de Embrapa Maíz y Sorgo, quien fue miembro de la CTNBio en la época de las deliberaciones para la aprobación de la primera versión del Aedes aegypti de Oxitec, comenta que este tema fue entonces objeto de debate. “Alguien mencionó el caso del alimento para perros, que puede contener tetraciclina. Pero se trata de una cantidad muy discrepante entre lo que podían contener esos piensos y la que se necesita para que el insecto sobreviva. Haría falta una dosis mucho mayor. Esto no es un problema”, dice Hercos Valicente. Para él, “los resultados positivos de las pruebas realizadas en Brasil demuestran los beneficios de esta tecnología”.
En cambio, el biólogo José Maria Gusman Ferraz, quien también fue miembro de la CTNBio y votó en contra de la liberación del mosquito transgénico en el país, dice que hay gran imprudencia por parte de las autoridades y que habría que estudiar mucho más lo que puede ocurrir con el ecosistema en su conjunto. “El principio de precaución no se está teniendo en cuenta. La liberación solo será revisada de surgir un problema muy grave. Pero podría ser tarde. Cuando liberamos un producto, no estamos liberando solamente una planta o un insecto transgénico. Liberamos una tecnología que puede causar alteraciones en el medio ambiente”.
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