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Estrategias

Agencia francesa en la línea de fuego

Rigidez, lentitud e incluso desinterés en el establecimiento de estrategias de trabajo. Esta pesadas crítica recaen sobre Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), y quien las hace es el Tribunal de Cuentas de ese país. Con 2,2 mil millones de dólares de presupuesto anual y 11.400 investigadores, el CNRS es centro frecuente de las evaluaciones del Tribunal de Cuentas. Pero el informe del ejercicio fiscal de 2001 es particularmente duro. Los auditores criticaron a la agencia por fallar en el control de las actividades de sus numerosos laboratorios y por dar poco valor a las iniciativas de investigación que podrían conducir a aplicaciones comerciales. La directora general del CNRS, Geneviève Berger, refuta las acusaciones. “Tener una visión estratégica no significa acosar a los investigadores”, dice.  Anne-Marie Duprat, del Centro de Desarrollo Biológico de Toulouse, concuerda: “Los laboratorios necesitan tener una cierta libertad. Y el Tribunal de Cuentas necesita entender que el CNRS no puede funcionar como una oficina de correos”. Para Geneviève, la mejor prueba de la eficiencia del CNRS está en las publicaciones científicas: más del 70% de los papers publicados en Francia tienen como autores o coautores a investigadores de ese centro.

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