
Alves Carvalho explica que, para que la empresa sea colaboradora en el programa, debe contar en su estructura con al menos un profesional que actúe con investigación, desarrollo e innovación. “El proyecto es concebido en colaboración entre la universidad y la empresa”, dice. Cabe a la empresa ofrecer la infraestructura para el desarrollo del proyecto e designar a un supervisor industrial, que actúa como un codirector de tesis. Al mismo tiempo, el alumno también cuenta con un director académico y toda la infraestructura de la universidad queda a su disposición.
“Contamos con un grupo de directores registrados que establece el puente con el supervisor industrial”, dice Alves Carvalho.
En general, los alumnos que buscan doctorados académicos saben en qué área pretenden actuar y cuáles son las empresas de interés. Pero la universidad también tiene una lista de compañías dispuestas a recibir a los alumnos en la etapa de predoctorado, tal como se la conoce a la primera fase de prospección del proyecto de investigación (más información en el siguiente enlace: http://propg.ufabc.edu.br/doutorado-academico-industrial-dai/). Algunas de esas empresas fueron contactadas por los propios directores de tesis, que ya mantienen colaboraciones en proyectos de investigación, y otras por la agencia de innovación de la universidad. Alves Carvalho comenta que, cuando hace presentaciones del programa en empresas, la primera pregunta que surge es: “¿cuál es nuestra contrapartida económica?”. Esa contrapartida se limita al seguro, una ayuda para alimentación y el transporte del alumno seleccionado, los mismos beneficios que se le da al personal.
En el proceso de inscripción, aparte de los documentos normalmente solicitados en esos procesos selectivos, los interesados deben presentar una carta de motivación y dos cartas de recomendación. “En la carta de motivación es necesario también justificar la razón por la cual se postulan a este tipo de programa, y no a un programa académico clásico, ya que los perfiles son distintos”, dice Alves Carvalho. Los seleccionados se inscriben en la universidad inicialmente como alumnos especiales vinculados al doctorado académico industrial. “Durante seis meses permanecen exclusivamente en la empresa, para la prospección de los posibles proyectos de investigación que podrán desarrollarse.”
Una vez identificada la propuesta de investigación, el alumno escribe el proyecto y lo presenta en el programa para su aprobación a cargo del supervisor industrial y del director académico. “La propuesta debe ser abarcadora como un proyecto de doctorado clásico, pero también el tema elegido debe interesarle a la empresa. Luego de aprobarse el proyecto, se concreta la inscripción del doctorando en uno de los programas regulares de posgrado. Desde la etapa de predoctorado, cuando el alumno entra en la empresa, empieza a recibir una beca del CNPq por un máximo de seis meses, que se extenderá por otros 48 meses luego de la aprobación del doctorado.
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