Veridiana ScarpelliCon motivo de la celebración de los diez años de actividad de la Biblioteca Virtual (BV) de la FAPESP, se programó para el 21 de agosto un conjunto de conferencias y mesas redondas. La BV, un sistema de informaciones sobre becas, ayudas e investigadores patrocinados por la Fundación, disponible en inglés y portugués en forma abierta en internet, recibió durante 2014 casi 4,2 millones de visitas, una cifra tres veces superior a la que se registró en 2011. Su lanzamiento fue en 2005, con referencias a 4 mil documentos de la literatura científica y académica originada en proyectos financiados por la Fundación, tales como papers, tesis, capítulos de libros y libros, ampliando luego su alcance para pasar a proveer información sobre el fomento de la investigación en el estado de São Paulo. Actualmente cuenta con más de 200 mil registros, incluyendo síntesis en portugués e inglés de las ayudas regulares, becas y programas de la Fundación, entre otros, a partir de 1992. Más allá de multiplicar su contenido, la biblioteca se diversificó en distintas páginas que clasifican los datos según segmentos determinados, tales como la descripción de los proyectos y becas en cada subárea de 76 disciplinas o en cada una de las alrededor de 1.500 instituciones de investigación actuantes en São Paulo. También incorporó herramientas que permiten visualizar datos consolidados en forma de gráficos y mapas, así como la recuperación de informaciones con facilidad. “La biblioteca dejó de ser tan sólo un banco de datos con artículos y proyectos e incorporó herramientas analíticas con innumerables aplicaciones”, afirma Roberto M. Cesar-Jr., docente del Instituto de Matemática y Estadística de la USP y coordinador adjunto de Ciencias Exactas e Ingenierías de la FAPESP. En 2010, él formo parte de un grupo que colaboró para reformular la BV, proponiendo la creación de enlaces externos y nuevas herramientas.
La multiplicación de consultas a la Biblioteca Virtual está relacionada directamente a las páginas que se han creado recientemente. Casi la mitad de las 4,2 millones de consultas de 2014 se vincularon a los perfiles de investigadores con apoyo de la Fundación, que aparecieron recién en 2013. “En esos perfiles se puede visualizar, en forma resumida y ordenada, el historial del vínculo entre el investigador y la FAPESP”, señala Rosaly Favero Krzyanowski, coordinadora de la Biblioteca Virtual desde su creación. Eso incluye un listado de las ayudas a la investigación y becas en curso o finalizadas, los nombres de los colaboradores más frecuentes, la descripción y el gráfico de evolución de las publicaciones científicas derivadas de las ayudas de la Fundación, así como las citas que cada artículo eventualmente recibió en publicaciones indexadas en la base Web of Science (WoS). También figuran enlaces con el currículo Lattes del investigador y con perfiles internacionales como por ejemplo, el ResearcherID, integrado a la base Web of Science de la Thomson Reuters, y el MyCitations, del Google Scholar. La búsqueda de los artículos científicos vinculados a becas y ayudas a la investigación se efectúa mediante mecanismos automáticos que obtienen de la Web of Science y de la biblioteca SciELO las referencias sobre esos papers. A partir de 2013, los investigadores patrocinados por la FAPESP están obligados a registrar, además de la mención habitual a la Fundación, el número de expediente que identifica al proyecto de investigación en cualquier publicación científica que resulte de las becas o ayudas financiadas. Si se omitiera el número del proyecto, el artículo científico no podría indexarse automáticamente junto al registro del respectivo proyecto, indexado en la BV, y en consecuencia, no sería incluido en la página del investigador. “De esta manera, la Biblioteca Virtual mantiene actualizada la información sobre cada ayuda concedida”, dice Favero.
La profesora Eny Goloni Bertollo, del Departamento de Biología Molecular de la Facultad de Medicina de São José do Rio Preto (Famerp), descubrió que la lista de artículos de su autoría se hallaba desfasada en su perfil en la página de investigadora y le solicitó ayuda al equipo de la BV. Lo que pasó, fue que si bien ella había mencionado a la FAPESP en los agradecimientos en todos sus artículos, no había incluido el número de expediente. “No me percaté de que eso fuera relevante”, dijo Goloni. La investigadora le envió recientemente a la BV una lista actualizada de los artículos, que poco a poco están siendo incluidos luego de verificarse el vínculo con el apoyo recibido. Según ella, es importante para su trabajo mantener su perfil actualizado en la BV. “Un perfil de ese tipo logra informar, en forma sencilla y ordenada, si el investigador mantiene una relación activa y productiva con las agencias de fomento, si supervisa alumnos o si ha efectuado colaboraciones recientes. También revela en cuáles revistas está publicando y quién está citando sus artículos. Se trata de informaciones valiosas, por ejemplo, al momento de remitir nuevos proyectos a las agencias de fomento para su evaluación, o bien, cuando buscamos colaboradores que trabajen en temas específicos”, afirma.
Durante 2014, algo más del 5% de las visitas a la BV estaba vinculado a contenidos en inglés. Hubo más de 216 mil visitas, entre las que se destacaron también las efectuadas al perfil de investigadores, que fueron 86 mil.
Según Rosaly Favero, la adopción de estrategias basadas en software libre para aumentar la visibilidad de las informaciones en la web y de un sistema de recuperación de datos que facilita búsquedas también cumplió un rol en el crecimiento de las visitas. El interés por la información que ofrece la biblioteca es diverso. El equipo que trabaja en la BV, integrado por cinco bibliotecarios y dos analistas, recibe con frecuencia correos electrónicos, por ejemplo, de personas que descubren referencias a proyectos de investigación sobre enfermedades, que en general son víctimas de tales afecciones, o bien, las padecen sus familiares, y desean contactarse con los investigadores responsables. También es común que estudiantes e investigadores, de Brasil y del exterior, soliciten referencias bibliográficas sobre temas en los que están trabajando. “Analizamos todas las solicitudes e informamos que la FAPESP recomienda contactarse directamente con el investigador, por medio de la dirección de correo electrónico que les suministramos”, dice Thais Fernandes de Morais, bibliotecaria supervisora del Centro de Documentación e Información en C&T (CDI) donde se desarrolla el proyecto de la BV.
Dentro de la FAPESP, las herramientas analíticas de la biblioteca se tornaron valiosas. “Permiten una comprensión amplia de lo que ocurre con la investigación que financia la FAPESP”, dice Roberto M. Cesar-Jr. Y cita como ejemplo la participación de representantes de la Fundación en eventos internacionales, como es el caso de la feria Nature Jobs, donde la FAPESP procura captar pasantes de posdoctorado y jóvenes investigadores para desempeñarse en instituciones de Brasil. “Con las herramientas de la BV, se puede montar rápidamente una secuencia de diapositivas acerca de temas específicos, con los proyectos aprobados y las becas vigentes”. Los mapas permiten visualizar la distribución geográfica de lo patrocinado por la FAPESP en todo el territorio del estado de São Paulo e incluso en el exterior, y los gráficos revelan el historial de apoyo de la Fundación a cada tema o proyecto. Hay otra utilidad que aparece cuando la Fundación firma un nuevo acuerdo o convenio con una institución internacional. “Se pueden detectar rápidamente cuáles son los investigadores de instituciones paulistas que han mantenido alguna relación con aquella institución extranjera. Ellos son las primeras personas que necesitan contar con información al respecto del acuerdo. Del mismo modo, se puede identificar a los investigadores abocados a temas específicos para que participen en los simposios FAPESP Week, que buscan estimular cooperaciones internacionales, y workshops de programas tales como el de investigación en bioenergía (Bioen) o el de biodiversidad (Biota), entre otros”, afirma.
El itinerario de la Biblioteca Virtual se divide en dos etapas. La primera, entre 2005 y 2009, enfatizó en el registro de artículos científicos y de la literatura académica vinculados a proyectos patrocinados por la FAPESP. Al comienzo de los años 2000, el entonces presidente del directorio del Consejo Técnico Administrativo (CTA) de la FAPESP, Francisco Romeu Landi (1933-2004), formó parte de una comisión creada por el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq) que propuso una Política Nacional de Preservación de la Memoria de la Ciencia y la Tecnología y remarcó la importancia de dotar de mayor visibilidad a la producción científica de Brasil. Para hacer frente a ese desafío, la FAPESP creó en 2003 su Centro de Documentación e Información en C&T (CDi), donde se implementó la Biblioteca Virtual en el año 2005. “La creación de la BV sobrevino por la preocupación de tornar público el conocimiento desarrollado a partir de los proyectos que apoyaba la FAPESP”, dice Rosaly Favero. En esa época, se invitó a investigadores y becarios apoyados por la FAPESP para que informaran su producción científica. El resultado de ese trabajo fue un paquete de 6 mil formularios impresos en papel, que dieron origen a la base de datos inicial de la BV, con 4 mil referencias que remitían, cuando ello era posible, al total de artículos científicos, tesis, capítulos de libros y libros.
Entre 2009 y 2010, la biblioteca se amplió, pasando a ofrecer información sobre ayudas a la investigación y becas financiadas por la FAPESP, en lugar de limitarse al registro de la literatura científica asociada con ellos. “Uno de los objetivos fue brindarle conocimiento a la sociedad civil acerca de la naturaleza de la financiación concedida”, recuerda Favero. Se creó un modelo, donde figuran las informaciones sobre los proyectos patrocinados, que incluye una síntesis del proyecto, el investigador responsable y la institución sede de la investigación, entre otros datos, que se encuentran disponibles para el público en el sitio web de la BV, que en la actualidad posee 200 mil registros. El equipo de trabajo de la biblioteca todavía está digitalizando resúmenes de proyectos antiguos y hay planes de ofrecer referencias a los proyectos y becas contemplados entre 1962, el año de la fundación de la FAPESP, y 1991, que sólo existen en anuarios en papel.
Veridiana ScarpelliRecientemente se crearon las páginas con valor agregado, es decir, con informaciones complementarias e importantes para la visibilidad de la investigación, tales como los perfiles de investigador y las páginas de las instituciones. “Las universidades están solicitando que la BV comparta con ellas los datos organizados sobre sus proyectos. Ya lo hemos concretado con la Unicamp y estamos en tratativas con la USP y la Unesp”, dice Rosaly Favero. A la brevedad, se dispondrá de una página con tesis y tesinas de becarios patrocinados por la Fundación, en un catálogo con alrededor de 18 mil referencias al respecto de esa producción académica, con links para sus textos completos, siempre que ellos existan en las bibliotecas digitales de tesis y tesinas de la USP, de la Unesp y de la Unicamp.
El registro de artículos científicos también se reanudó con ímpetu, componiendo la página de publicaciones resultantes de proyectos de investigación, que informa sobre el índice de citas de cada paper en la base Web of Science, además de conectar con el texto completo, cuando el mismo se encuentre disponible. La biblioteca promueve además el intercambio con otros sistemas de informaciones académicas y de investigación. En 2014, la FAPESP comenzó a colaborar con la base de datos International Alzheimer’s Disease Research Portfolio, bajo la órbita de los National Institutes of Health y de la Alzheimer’s Association, de Estados Unidos, actualizando registros sobre 259 proyectos financiados por la Fundación que versan sobre la enfermedad de Alzheimer.
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