El trabajo intitulado “Integración de técnicas de suelo, plantas y animales para recuperar áreas degradadas”, de Brigite Regensburger y Jucinei José Comin, de la Universidad Federal de Santa Catarina, y Juares José Aumond, de la Universidad Regional de Blumenau, aborda la recuperación de áreas degradadas por la minería de la fracción de arcilla de la localidad de Doutor Pedrinho (Santa Catarina). En el estudio se echó manos de técnicas de integración del suelo, las plantas y los animales. Se probaron dos niveles de topografía, regular e irregular, dos niveles de abono, orgánico y químico, y dos niveles de juncales. La especie arbórea seleccionada fue la leguminosa Mimosa scabrella (bracatinga). Perchas artificiales para aves artificiales fueron instaladas en el área con el fin de incrementar la cantidad de semillas provenientes de áreas vecinas por los debidos dispersores. A los nueve meses de evaluación, con base en los análisis químicos del suelo, no se verificaron incrementos nutricionales. La bracatinga presentó un índice de supervivencia superior al 92%, mientras que la cobertura del suelo por la copa de los árboles fue significativamente superior para los tratamientos que recibieron juncales, con valores mayores del 67%. Pese a la cobertura del suelo con la revegetación natural no presenta diferencias en general, hubo una tendencia a ser mayor en los tratamientos con topografía regular. Las perchas artificiales fueron responsables de la llegada de 21 semillas pertenecientes a seis morfoespecies distintas. Entre las 12 familias botánicas de plantas espontáneas identificadas, la mayor parte presentó síndrome de polinización zoofílica, dispersión de semillas anemocórica y hábito herbáceo. Se concluye que la bracatinga, el abono orgánico y/o química, los juncales y las perchas artificiales son indicados para la utilización en programas de recuperación de áreas degradadas similares a las de este estudio. Estudios complementarios se hacen necesarios para evaluar la pertinencia o no del uso de la topografía irregular en programas de recuperación de áreas degradadas.
Ciência Rural – Tomo 38 – nº 6 – Santa Maria – sep. 2008
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