Con el lanzamiento reciente de imagineRio, un mapa interactivo de Río de Janeiro que incluye fotografías, pinturas y representaciones gráficas, todas con sus fechas y su identificación geográfica, puede hacerse un seguimiento de los más de 500 años de cambios, crecimiento y transformaciones, algunas radicales, del paisaje de la capital fluminense.
“El proyecto imagineRio comenzó a nacer en 2010, a partir de un requerimiento de dos profesores de la Universidad Rice, en Houston, Texas (EE. UU.)”, recuerda Martin Passos, urbanista e investigador del Instituto Moreira Salles (IMS). “Alida C. Metcalf y Farès el-Dahdah son dos brasileñistas estadounidenses que enseñan historia de Río de Janeiro a un cuerpo discente que no habla portugués. Cuando tenían que tratar sobre la evolución urbana, echaban de menos algo más visual, como material cartográfico e historiográfico, para que sus alumnos pudieran entender los cambios que se produjeron en la ciudad”.
“Metcalf estudia el Brasil colonial, la historia del agua en Río y la consiguiente evolución de la ciudad”, explica el sociólogo Sérgio Burgi, quien desde 1999 está a cargo de la coordinación y la curaduría de fotografía del IMS. “Por su parte, el-Dahdah es un experto en arquitectura brasileña moderna: Oscar Niemeyer [1907-2012], Lúcio Costa [1902-1998] y Burle Marx [1909-1994]”. Según Burgi, la génesis de imagineRio surge de la convergencia de estos dos intereses, el colonial y el moderno.
En la propia Universidad Rice, Metcalf y el-Dahdah se unieron a un grupo de programadores y dieron forma a la primera plataforma del proyecto, superponiendo mapas antiguos al relieve actual de la ciudad, disponible online por Google. En 2012, aproximadamente dos años después, la universidad entabló una colaboración con la empresa Axis Maps, también estadounidense, que diseñó una segunda plataforma, cartográficamente más precisa y con una navegación intuitiva e inmersiva.
Pero al proyecto le faltaba algo importante: imágenes, miles de ellas, más allá de los mapas. En 2015, en el marco de un seminario internacional de cartografía digital que se celebró en Río de Janeiro, el equipo de Rice conoció el IMS y la sinergia fue inmediata. El instituto venía desarrollando proyectos de realidad virtual en exposiciones fotográficas, y además disponía de una enorme colección de imágenes de la ciudad. La unión fue inevitable: por un lado, la plataforma digital y la cartografía; por el otro, la colección fotográfica y la pericia territorial.
La tercera y más completa versión de imagineRio es el encuentro de estas dos instituciones a las que se suma una beca en historia del arte digital concedida por la Fundación Getty a finales de 2018 al consorcio Rice-IMS. Getty había estipulado una subvención de 200.000 dólares por un lapso de 24 meses, pero a causa de la pandemia y otros retrasos, la financiación al proyecto se prorrogó hasta finales de este año. Con esos recursos, el IMS pudo digitalizar o redigitalizar en alta calidad más de 3.000 fotos de su colección, combinarlas con los mapas de Rice y mejorar el mapa interactivo, que oficialmente se encuentra a disposición desde principios de 2022. “El mantenimiento del sitio web sigue estando a cargo de la Universidad Rice, que cuenta con el apoyo de la propia institución y también con la ayuda externa de Axis Maps, además del trabajo de estudiantes de todos los niveles”, dice Passos. Hay un detalle importante que también es uno de los requisitos para el aporte financiero de la Fundación Getty: todas las imágenes disponibles deberían ser de dominio público y ahora pueden compartirse libremente. Lo propio vale para sus metadatos, es decir, la información relativa a la autoría de esas imágenes, el año en que fueron tomadas, sus dimensiones, etc.
“En Río de Janeiro, el tercer año de la enseñanza media tiene a la ciudad como tema final del llamado ‘currículo mínimo’. La utilización de una herramienta cartográfica sólida, las imágenes digitalizadas y la vasta colección documental es lo que, metodológicamente, puede marcar la diferencia en los abordajes que tienen lugar dentro del aula”, dice Walmir Pimentel, un geógrafo que desde hace 20 años dicta clases en las escuelas de las redes estadual y municipal de Petrópolis, en la región serrana del estado.
“Si se tiene en cuenta que la historia se construye como saber a partir del entrecruzamiento de fuentes orales, escritas, iconográficas y musicales, entre otras, imagineRio proporciona acceso a imágenes y datos cartográficos de sumo valor para los interesados en estudiar la ciudad desde una perspectiva más amplia, entendiendo y extendiendo la percepción relativa a los vínculos entre la población, el territorio y el poder público”, dice el escritor Luiz Antônio Simas, también docente de historia en la enseñanza media de Río. “Los usos de una plataforma como imagineRio son tan diversos como las personas que van a utilizarla”, dice.
El historiador Flávio Gomes, coordinador del Laboratorio de Estudios de Historia Atlántica de la Universidad Federal de Río de Janeiro (Leha-UFRJ), tiene otras ideas al respecto del uso del mapa interactivo. “Estoy realizando un seguimiento, en el marco de un gran proyecto de investigación, del movimiento de ocupación africana en varios sectores de la ciudad. Gracias a las herramientas que proporciona imagineRio y al cotejo de distintas bases de datos, estamos logrando ver cómo se fue organizando la ciudad en varios territorios étnicos, muchos de los cuales estaban articulados con el comercio, la identidad religiosa y las diversas sociabilidades”, explica.
Simas comenta que está interesado “sobre todo, en los usos que permiten entender de qué manera la ciudad fue modificándose en forma impactante y en qué medida estos cambios afectaron la vida cotidiana de los cariocas”. “Las reorganizaciones urbanas de la Primera República, entre las que se cuentan la que pasó a la historia como la Reforma Passos, entre 1903 y 1906, la ocupación de los suburbios y el desmonte de la colina que era conocida como Morro do Castelo, entre 1920 y 1922, son ejemplos contundentes de esos vertiginosos procesos de transformación”, ilustra.
“La plataforma imagineRio constituye un intento de reunir múltiples confluencias, muchas aportaciones, por lo que lo ideal es que sea apropiada colectivamente por los investigadores, por las instituciones encargadas de preservar la memoria y por la población que simplemente desee asomarse a la historia de la ciudad”, resume Burgi. En un futuro, prevé, tal vez la plataforma pueda albergar modelos históricos de su territorio. Sería posible, por ejemplo, recorrer el centro del Río de Janeiro de 1808 en una proyección 3D fiel al relieve de la ciudad, tal como se hace hoy en día cuando se navega en Google Earth.
Mientras se aguarda la llegada de ese futuro, los responsables del proyecto se esfuerzan para ir más allá de las imágenes clásicas, inmortalizadas en las fotografías de Marc Ferrez (1843-1923), Augusto Malta (1864-1957) y Jorge Kfuri (1893-1965), o también en las pinturas de Jean Baptiste Debret (1768-1848), Thomas Ender (1793-1875) y Johann Moritz Rugendas (1802-1858). En una colaboración con el programa Imagens do Povo [Imágenes del pueblo], del Observatorio de Favelas, se adquirieron 50 imágenes de los suburbios de la favela conocida como Maré, que permitirán la inclusión de esos territorios en el mapa.
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