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ECOLOGÍA

Cambios en el menú

Los pumas y sus presas dependen de las áreas agrícolas para sobrevivir en el estado de São Paulo

Una dieta menos suculenta: los pumas cazan animales tambien en las plantaciones

Eduardo CesarUna dieta menos suculenta: los pumas cazan animales tambien en las plantacionesEduardo Cesar

Los pumas que habitan en los bosques de la Región Metropolitana de Campinas acaso sueñen con un banquete diario de oso hormiguero gigante o con un pecarí de collar, hoy raros por allí. Desgraciadamente, esos grandes felinos suburbanos deben contentarse con una dieta menos suculenta, compuesta en su mayor parte de roedores, aves y serpientes. Asimismo, la mayoría de sus presas están en la selva, sino en cañaverales y otras plantaciones.

El cambio en el menú de los pumas se tornó evidente a partir de un análisis pionero realizado por científicos de la Universidad de São Paulo (USP), de la Universidad de Campinas (Unicamp) y del Instituto Chico Mendes de Conservación de la Biodiversidad (ICMBio). Los investigadores recogieron muestras de excrementos de esos animales y, mediante análisis visuales y fisicoquímicos, reconstruyeron su dieta y el camino desde donde provenían sus presas. “Los animales silvestres que ellos cazan ya no son una opción”, explica el biólogo Marcelo Magioli, de la Escuela Superior de Agricultura Luiz de Queiroz (Esalq) de la USP, con sede en la localidad de Piracicaba, primer autor del estudio que describió la dieta de los pumas de São Paulo en julio, en la revista Biotropica. “Sin posibilidades de conseguir su alimento en los remanentes forestales, los felinos se adaptaron a buscar sus presas en las zonas agrícolas”.

Antes de analizar la dieta de los pumas, Magioli había realizado un estudio de los mamíferos de mediano y gran porte que habitaban en los mayores fragmentos de vegetación nativa en un área de 665 kilómetros cuadrados (km2), que incluye a Campinas y localidades vecinas, para su tesina de maestría elaborada bajo la dirección de Kátia Ferraz, de la Esalq. En ese registro, identificó 27 especies, siete de ellas amenazadas de extinción en el estado.

El puma (Puma concolor), que corre riesgo de desaparecer en estado salvaje, es el último de los grandes predadores en muchos de los fragmentos selváticos paulistas y ocupa la cúspide de la cadena alimentaria. Con su principal competidor ‒el jaguar o yaguareté (Panthera onca)‒ casi extinto en el estado, le corresponde al puma cazar carpinchos y otros herbívoros, con lo cual evita que sus poblaciones aumenten hasta convertirse en plagas. En la naturaleza, la competencia por el alimento entre el puma y otros grandes carnívoros, tales como el ocelote y el aguará guazú ayuda a controlar las poblaciones de otros animales. Pero la disminución de la vegetación nativa y la caza hacen que el número de esos felinos se reduzca lentamente en América. “Necesitamos datos más preciso acerca de las poblaciones de pumas en el estado, pero creemos que están disminuyendo”, dice la bióloga Lilian Bonjorne de Almeida, del Centro Nacional de Investigación y Conservación de Mamíferos Carnívoros del ICMBio, que estudia a los pumas de Serra de Cantareira, en la Región Metropolitana de São Paulo.

Magioli recorrió durante un año caminos de tierra y senderos de los bosques de Campinas y municipios vecinos en busca de rastros, huellas y excrementos de animales. Recolectó 30 muestras de heces de pumas, que fueron analizadas por las biólogas Eleonore Setz y Mariana Canhoto, ambas de la Unicamp. Las investigadoras detectaron fragmentos de huesos, uñas, dientes, piel, plumas y escamas de las presas consumidas por los pumas, además de los pelos del propio animal, puesto que, al igual que los gatos domésticos, los pumas ingieren sus propios pelos cuando se lamen para asearse.

046-047_Suçuarana_222Mapa: Ana Paula CamposPosteriormente, los biólogos Marcelo Moreira y Plínio de Camargo, del Centro de Energía Nuclear en la Agricultura de la USP, realizaron el análisis fisicoquímico de ese material, midiendo las proporciones de dos tipos de átomos de carbono con masas diferentes, los isótopos estables. “Las diferencias en las proporciones de esos isótopos permiten determinar si las presas de los pumas se alimentaban preferentemente de recursos originarios de la selva o de los cañamelares”, explica Magioli.

Pacas, aves y serpientes
El equipo examinó también otras 34 muestras de excrementos recogidas por la bióloga Renata Miotto, también de la Esalq, en un área de 1.700 km2 de la zona de Ribeirão Preto, Rio Claro y São Carlos, más lejos de la capital (lea en Pesquisa FAPESP, edición nº 199). Si bien ambas regiones albergan centros urbanos importantes y áreas rurales dominadas por la caña de azúcar, el segmento que estudió Miotto posee un área proporcionalmente mayor de vegetación nativa.

El menú de los pumas de Ribeirão Preto, São Carlos y Rio Claro incluía más mamíferos de mayor porte, que están desapareciendo de la región de Campinas, tales como osos hormigueros y pecaríes. Los pumas de Campinas también se alimentan de mamíferos grandes, tales como, por ejemplo, carpinchos y pacas, pero consumen una mayor proporción de animales menores como aves y serpientes.

El análisis de los isótopos de carbono reveló también que muchas de las presas de los pumas en ambas regiones poseen una dieta bastante repartida entre plantas autóctonas y cultivos agrícolas. Pero el porcentaje de presas que se alimentan preferentemente de las plantaciones aumenta en las áreas menos forestadas: casi el 50% de ellas consumían predominantemente plantas cultivadas por el hombre en Campinas, un porcentaje que caía al 17% en Ribeirão Preto y São Carlos. “Los herbívoros se están alimentando cada vez más de las plantaciones por falta de vegetación nativa”, explica Magioli. “Especialmente el carpincho, que prefiere las áreas más abiertas y se adaptó muy bien a los cañamelares”.

El investigador y sus colegas esperan que estas informaciones resulten útiles para la conservación de la especie y para el Proyecto Corredor de los Pumas. Ese programa, bajo la coordinación del economista Ademar Romero, de la Unicamp, y de la analista ambiental Márcia Rodrigues, del ICMBio, apunta a mejorar la conservación de los fragmentos de selva en Campinas y generar corredores para facilitar el tránsito de los animales entre esos fragmentos. “Si bien algunos animales se han adaptado al ámbito agrícola”, dice Magioli, “los fragmentos de vegetación nativa son esenciales para su supervivencia”.

Artículo científico
MAGIOLI, M. et al. Stable isotope evidence of Puma concolor (Felidae) feeding patterns in agricultural landscapes in Southeastern Brazil. Biotropica. v. 46, n.4. Jul. 2014.

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