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Trayectorias

Científicos freelancers

Las plataformas digitales conectan a empresas e investigadores con disponibilidad para brindar servicios temporales

Vitor Rocha

Las oportunidades de desempeño profesional que se configuran por proyectos, en general por períodos de tiempo breves, han impulsado a científicos de diversas áreas del conocimiento a ofrecer sus servicios en forma autónoma. Atentas a estas demandas que han crecido en los últimos años, especialmente en el exterior, plataformas digitales, como por ejemplo Kolabtree, Cactus Communications, Pivigo y Upwork están trabajando para conectar y mediar las relaciones entre las organizaciones y los profesionales independientes.

Las plataformas de este tipo conforman un escenario que se ha vuelto conocido como “economía gig” –un término inglés que se emplea para definir las relaciones laborales establecidas entre trabajadores freelancers y empresas que los contratan para realizar trabajos específicos– y que ya se utiliza ampliamente en las esferas de la contabilidad y el derecho, así como en el transporte y las entregas. La investigación científica constituye una de las modalidades en ascenso.

“En Brasil aún no está muy difundida la posibilidad de desempeñarse como freelancer en proyectos de investigación”, dice Celine Pompeia, que desde el final de 2019 viene ofertando su conocimiento científico en dos de esas plataformas. “Más allá de que constituye una alternativa para aquel que no desea una dedicación exclusiva o no consigue una alternativa laboral de tiempo completo, esta es una manera interesante de sumarse a las investigaciones que se están realizando en diferentes lugares del mundo”, añade. Con un título de grado en farmacia y bioquímica, y otro en derecho, además de títulos de maestría y doctorado, todos otorgados por la Universidad de São Paulo (USP), Pompeia reúne en su currículo cinco pasantías de posdoctorado, cuatro de ellas en instituciones de Estados Unidos. Entre los trabajos realizados por la investigadora en las plataformas figuran la preparación y edición de artículos científicos en el campo de la biomedicina. “Por lo general, edito textos de otros investigadores que desean enviarlos a publicaciones científicas, lo que requiere cierto conocimiento sobre el área de estudios investigada, así como de las normas y especificaciones exigidas por cada revista en particular”, explica.

Con un alcance global, las plataformas que ofrecen trabajos y reúnen registros de científicos independientes suelen tener en sus carteras proyectos de diversos sitios del mundo. En Kolabtree, una empresa fundada en 2015 y con sede en Londres, Inglaterra, se encuentran registrados más de 15 mil científicos. Con la propuesta de ampliar el acceso al conocimiento científico, la empresa ofrece profesionales capacitados para realizar servicios diversos, tales como análisis estadísticos y de datos, fórmula y desarrollo de productos y consultaría sobre temas que van desde una mejor forma de aprovechar los alimentos en un restaurante hasta la solución de problemas en una línea de producción industrial, por ejemplo. También con sede en Londres, desde hace siete años, la firma Pivigo ayuda a las empresas de pequeño porte que no disponen de recursos para solventar científicos de datos en sus planteles profesionales, conectándolas con profesionales dispuestos a trabajar con un contrato por proyecto.

Por su parte, Cactus Communications, fundada en 2002 en Bombay, en la India, y centrada en brindar soluciones de contenido científico, tales como edición, traducción y revisión de textos en diferentes lenguas, tiene por objetivo brindar ayuda a investigadores con dificultades en los procesos de divulgación de textos académicos, principalmente en la remisión de artículos a las editoriales científicas. La plataforma contiene alrededor de 3 mil registros de profesionales autónomos en más de 90 países. En tanto, la empresa estadounidense Upwork no se limita a los servicios ofrecidos por científicos, incluyendo también trabajos relacionados con la producción de logotipos, ilustraciones, desarrollo de software y diseño gráfico, entre otros ítems. En general, los servicios prestados por intermedio de las plataformas se abonan por hora de trabajo en sistemas propios, lo que evita la negociación fuera del ámbito virtual y reduce las posibilidades de no recibir el pago por el trabajo realizado.

Por el hecho de estar acostumbrados a cumplir períodos de trabajo con un plazo determinado, como los que se asumen a nivel de posdoctorado, por ejemplo, los científicos consideran buena la oportunidad de abocarse a proyectos más cortos. “Además de las empresas que no pueden invertir en estudios científicos de manera institucional, hoy en día ya no resulta tan fácil para las organizaciones mantener grandes equipos de investigación y la oferta de servicios que aportan los investigadores autónomos constituye una forma eficiente de suplir estas demandas”, dice el prorrector de Investigación de la Universidade Estadual Paulista (Unesp), Carlos Frederico de Oliveira Graeff. Más allá de la generación de oportunidades para que las organizaciones, particularmente las de mediano o pequeño porte, tengan acceso a los beneficios que conlleva la producción de conocimiento científico, De Oliveira Graeff también hace hincapié en la necesidad de diversificar la relación existente entre investigación e innovación, dado que hay un cuello de botella en las universidades que, sobrecargadas, no deben ser vistas como la única vía para realizar investigaciones. “La creación de un ecosistema que ofrezca múltiples posibilidades para la resolución de problemas resulta crucial para estimular la innovación” pondera.

Desde hace tres años trabajando como freelancer en el área de análisis de datos, Tomoe Daniela Hamanaka Gusberti se dedica principalmente al modelado de ecuaciones estructurales. Graduada en farmacia, con máster y doctorado en ingeniería de la producción por la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), ha obtenido la mayoría de los proyectos a través de las plataformas Kolabtree y la holandesa Peerwith. “Tanto profesionales como científicos enfrentan dificultades al analizar los datos de investigaciones que incluyen múltiples variables, incluyendo asociaciones e hipótesis relacionadas con fenómenos complejos”, explica Gusberti. La investigadora también ofrece servicios de planificación de investigaciones que se utilizarán para formular políticas públicas de concientización y campañas de salud, así como otras cuestiones de interés social, actividades de marketing, gestión de recursos humanos y administración, entre otras diversas aplicaciones que involucran datos sobre el comportamiento y la percepción humana. “La demanda proviene tanto de empresas como de investigadores”.

Con un máster en el área de las ciencias ambientales, la psicóloga Carolina Abilio ha trabajado desde principios de 2019 en la traducción y edición de artículos científicos relacionados con el área del saneamiento ambiental, calidad del suelo y del aire, ruido urbano y sostenibilidad. A diferencia de la mayoría de los investigadores que se registran en el sitio web de la plataforma Cactus para ofrecer sus servicios, Abilio fue contactada por una empresa a través de una red social. “En el momento en que me convocaron, había una gran demanda de profesionales para traducir y editar textos en lengua portuguesa, principalmente en el área de la salud”, dice. Sin embargo, para formar parte de la red, aparte de registrarse es necesario someterse a algunos test de verificación de habilidades. Una vez constatada la aptitud, el profesional empieza a recibir por correo electrónico anuncios de propuestas laborales, pero sin tener acceso al nombre de quien solicita el servicio. “Es una forma de proteger la identidad de los investigadores y evitar que haya negociaciones por fuera de la plataforma, que puede ser algo riesgoso, dado que se trata de proyectos de diferentes lugares del mundo”, dice Abilio.

En el estado de São Paulo, para atender la demanda de investigadores dentro y fuera de las universidades, instituciones tales como la Unesp y la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) han confluido en la USP Multi, una plataforma creada por la USP centrada en el uso compartido de microscopios, láseres, cromatógrafos, analizadores de red, aparatos de resonancia magnética nuclear, entre otros dispositivos.

“La racionalización de los equipos es algo que viene empleándose en todo el mundo y está en sintonía con esta nueva demanda de investigadores que trabajan en forma autónoma”, dice Sylvio Roberto Accioly Canuto, prorrector de Investigación de la USP. Además de hacer posible la utilización de un determinado instrumento, el servicio también dispone de técnicos capacitados para asesorar y colaborar con los investigadores en el manejo de esos aparatos. “El propósito de nuestro servicio consiste en ampliar la interacción entre los centros de investigación y la sociedad, algo que también involucra el intercambio de los datos generados en las investigaciones”, concluye.

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