En los próximos cuatro años un proyecto que integra científicos de São Paulo y de Pará concentrará esfuerzos para producir, a partir de hongos y bacterias de la selva amazónica, cocteles enzimáticos capaces de degradar la celulosa, haciendo viable el llamado etanol de segunda generación. El proyecto fue aprobado en el ámbito de un acuerdo de cooperación firmado por las fundaciones de Amparo a la Pesquisa del Estado de São Paulo (FAPESP), de Minas Gerais (Fapemig) y de Pará (Fapespa) y por la compañía Valle S.A. Las investigaciones serán realizadas en el Laboratorio Nacional de Ciencia y Tecnología del Bioetanol (CTBE), en Campinas, y en la Universidad Federal de Pará (UFPA). El grupo va a buscar microorganismos y cócteles enzimáticos utilizables en la fabricación del etanol celulósico. De acuerdo con Carlos Eduardo Rossell, investigador del CTBE, con la producción de etanol a partir del bagazo y de la paja de la caña de azúcar será posible aumentar la productividad sin alterar el área plantada. “El desafío es la naturaleza recalcitrante de la biomasa. El material lignocelulósico es muy resistente a los ataques enzimáticos”, declaró.
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