MIGUEL BOYAYANEn el marco de un estudio realizado en la Pontificia Universidad Católica (PUC) de Minas Gerais, se probaron diferentes concentraciones de biodiesel y de etanol mezcladas con combustible diesel en un motor diesel 1.3 instalado en un modelo Palio Weekend, de Fiat, empresa que participó en la investigación. En la evaluación de la respuesta del motor, del consumo de combustible y de las emisiones de gases contaminantes, una de las conclusiones indicó que, para una mejor utilización conjunta de biodiesel y etanol, resulta necesario hacer modificaciones en el sistema de inyección del motor. El estudio apuntó también que en las mezclas en las que participa el biodiesel, si el motor no estuviera bien ajustado existe el riesgo de que produzca más material en partículas contaminantes en suspensión, además de registrar un aumento en las emisiones de dióxido de carbono y de hidrocarburos. Los investigadores, dirigidos por el profesor José Ricardo Sodré, coordinador del Programa de Posgrado en Ingeniería Mecánica de la PUC-Minas, testearon biodiesel de soja, de semillas de ricino y aceite de cocina. “El de soja permitió el agregado de hasta un 85% al diesel sin necesidad de cambios en el motor”. Con el aceite de ricino, el porcentaje máximo alcanzó un 35% y con el de cocina, un 20%, por ser más viscosos. “El etanol mezclado con el diesel en concentraciones de hasta un 5% no causa daños al motor y ayuda a reducir las emisiones de hidrocarburos y material en particulas. Sin embargo, aumenta el consumo de combustible.
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