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Con el pie en el acelerador

La participación en futuros experimentos del CERN perfeccionará la formación de físicos brasileños y beneficiará a la industria

El financiamiento autorizado para la inserción de los físicos brasileños en las experiencias internacionales que tendrán el gran acelerador de partículas del Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN) como locus privilegiado -es un poco menos de la mitad de lo que pretendían los seis grupos de investigadores involucrados-, capitaneados por el respetado profesor Roberto Salieron; es decir, un millón de dólares  por año, a lo largo de cinco años.

Pero ciertamente el total de aproximadamente 2,4 millones de reales concedidos por la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) será un soporte de la mayor importancia para dar velocidad y más densidad al desarrollo de la investigación contemporánea en partículas elementales en el país y al mismo tiempo, asegurar el crecimiento de la participación nacional en la investigación comprometida con el avance de esa área de la física.

En más detalles, lo que está en el foco aquí son seis proyectos de investigación experimental y un proyecto teórico, -propuestas maravillosas todas-, según Salmeron, cuyo financiamiento continuado era fundamental para hacer factible la presencia brasileña en las experiencias en el acelerador de partículas de 27 kilómetros de extensión, instalado en Ginebra, Suiza, que comenzará a operar a finales de 2007. El acelerador, que comenzó a ser planeado en el final de la década de 1980, es, por razones obvias, la niña de los ojos de la comunidad de físicos de partículas. “El conocimiento sobre propiedades de la estructura de la materia, de las partículas que la componen, debe avanzar de modo extraordinario con las enormes experiencias en el acelerador”, comenta Salmeron, de 84 años, que viajó algunas veces de Francia para Brasil en el pasado año para actuar en la coordinación de esos proyectos y en su presentación y defensa junto con las agencias de financiamiento. Jubilado de sus actividades en la Escuela Politécnica de París, Salmeron continúa trabajando firmemente con consultorías, de forma especial para Brasil.

Los grupos involucrados en ese proyecto son de la Universidad Estadual de Río de Janeiro (Uerj), de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), del Centro Brasileño de Investigaciones Físicas (CBPF), de la Universidad de São Paulo (USP) y de la Universidad Estadual Paulista (Unesp). “La mayoría es precisamente de Río de Janeiro. Son grupos de investigadores muy buenos, muchos de ellos con formación en el Fermilab y en el CERN”, asevera Salmeron.

La expectativa del profesor, que dejó Brasil en los años 1960 como consecuencia directa de las persecuciones de la dictadura militar  (vea detalles en la excelente entrevista que él le concedió a Pesquisa FAPESP, edición número 100), es de que todos esos proyectos tengan impacto en la formación de nuevos físicos de excelente nivel en Brasil. “Con la ciencia de la computación, los progresos en la física de partículas elementales se hacen astronómicos. Por ejemplo, un programa de una nueva generación llamada Grid torna posible el acceso inmediato a los datos generados en el CERN, desde el momento en que chocan dos protones y salen las primeras partículas secundarias”, cuenta él. Ese compartimiento de datos en tiempo real, en su visión, tiene influencia decisiva en el avance de las investigaciones.

Salmeron, que ve la post-graduación en las áreas de física, química e ingeniería muy bien en el país, mientras la graduación permanece a inmensa distancia del patrón que tiene en los países más desarrollados, observa que para Brasil es muy ventajoso entrar en grandes programas científicos en un área en que  toda la tecnología es de vanguardia. “Eso sucede en el área de partículas elementales, lo que significa que hasta la industria brasileña puede beneficiarse directamente de esos nuevos financiamientos para la investigación.”

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