Pívot de una crisis entre diputados estadounidenses y los Institutos Nacionales de Salud (NIH), el especialista en Alzheimer Trey Sunderland se declaró culpable del delito de conflicto de intereses. Él admitió haber recibido 285 mil dólares como consultor de la empresa farmacéutica Pfizer y es sospechoso de compartir datos de sus investigaciones con la empresa. Sunderland administró una unidad de investigaciones geriátricas para el Instituto Nacional de la Salud Mental. Según la agencia Associated Press, la admisión de la culpa formó parte de un acuerdo del científico con procuradores federales para librarse de la cárcel. Él fue condenado a dos años de libertad condicional, 400 horas de servicios comunitarios, la pérdida de 300 mil dólares y una multa a ún no definida. A mediados de 2006, una comisión del Congreso estadounidense había interpelado duramente al NIH por no haber apartado a Sunderland de sus cuadros.
Republicar
Edición impresa
Actual | Anteriores
