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ACCIONES AFIRMATIVAS

Crece la cantidad de estudiantes indígenas en la educación superior en Brasil, aunque aún enfrentan desafíos para graduarse

Deben hacer frente a barreras culturales y prejuicios, y pueden necesitar más tiempo para culminar sus estudios universitarios

Indígenas en una marcha por la educación en el campus de Pampulha de la Universidad Federal de Minas Gerais, en abril de 2022

Raphaella Dias  /  UFMG

Las universidades brasileñas nunca han recibido a tantos estudiantes indígenas como en la actualidad. Los datos recabados por el Censo de la Educación Superior del Ministerio de Educación revelaron que, en 2022, había unos 70.000 alumnos pertenecientes a cientos de etnias indígenas matriculados en instituciones de enseñanza superior (un 29 % en universidades públicas y un 71 % en universidades privadas), mientras que en 2009 eran 11.400. Esta expansión ha obligado a las instituciones a organizarse para promover la inclusión y atender la demanda de este nuevo público, pero también ha generado tensiones y fricciones. Entre las barreras a las que se enfrentan los estudiantes indígenas, algunas son bien conocidas por el resto del alumnado, tales como los problemas para mantenerse económicamente o las dificultades para seguir el ritmo de los estudios, así como las situaciones de aislamiento. Pero también hay obstáculos de carácter cultural, asociados, por ejemplo, a las deficiencias en el dominio de la lengua portuguesa o la escasa familiaridad con la vida urbana y temas del ámbito académico como el que se refiere a los plazos. Los estudiantes también relatan episodios de prejuicios y dicen no sentirse culturalmente representados en los planes de estudio de las carreras y en la composición de los cuerpos docentes.

“Los indígenas constituyen el grupo cuya presencia, en términos relativos, más ha crecido en la educación superior en este siglo, lo que demuestra que están muy interesados en darle continuidad a sus estudios”, considera la pedagoga y antropóloga Chantal Medaets, de la Universidad de Campinas (Unicamp). Ella coordina el Observatorio de Indígenas y Palenqueros en la Educación Superior (Obiques), que mapea las acciones afirmativas en las universidades públicas de Brasil.

Una de las dificultades para atender estas demandas, según ella, reside en que se trata de un público muy diverso. “Hay desde estudiantes que han venido provenientes de comunidades lejanas, dentro de tierras indígenas, hasta jóvenes que vivían y trabajaban en las grandes ciudades. Algunos ya han estudiado en otras universidades. Cada trayectoria es única”, subraya Medaets. La Unicamp tiene alrededor de 500 estudiantes indígenas y, desde 2018, promueve un examen de ingreso específico para ellos, con una oferta anual de 130 plazas. Desde 2022, el proceso se lleva a cabo en colaboración con la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar). En los exámenes, la redacción aborda temas de la vida cotidiana de los aspirantes y las preguntas discursivas buscan utilizar textos de autores pertenecientes a los pueblos originarios.

Antonio Scarpinetti / SEC-UnicampLas primeras graduaciones de estudiantes que ingresaron a través del Examen de Ingreso Indígena en la Unicamp tuvieron lugar en 2023 (en la fotografía, Jeovane Ferreira Lima)Antonio Scarpinetti / SEC-Unicamp

La inclusión de los indígenas en las universidades cobró impulso gracias a la ley de cupos de 2012, que reservó plazas para las personas que se autodeclararan negras, pardas e indígenas (PPI), en la misma proporción en que estos grupos están presentes en la población. Muchas instituciones también han incorporado procesos de selección exclusivos para indígenas, algunas de ellas a principios de la década de 2000, incluso antes de la ley. Según datos recopilados por Medaets y otros colegas investigadores, algunos de ellos indígenas, en 2021 y 2022, 28 de las 69 universidades federales brasileñas (el 40 % del total) y 22 de las 41 universidades estaduales (el 53 %) realizaban exámenes de ingreso o pruebas adaptadas.

En un artículo publicado el año pasado en la revista Novos Estudos, del Centro Brasileiro de Análise e Planejamento (Cebrap), Medaets y sus colaboradores mostraron que la creación de un examen de ingreso indígena en la Unicamp, al igual que en otras instituciones brasileñas, surgió y creció a raíz de la movilización por los cupos para negros y pardos. “Mientras que en la defensa de los cupos para negros predomina el argumento de la inclusión como instrumento de justicia social, en el caso indígena prevalecen los argumentos a favor de la valorización de la diferencia cultural. La tónica es la defensa de la entrada de los saberes indígenas en los espacios académicos”, escribió.

Otra peculiaridad es que estas iniciativas fueron concebidas con escasa participación de los líderes de los pueblos originarios: de las 50 universidades que crearon procesos de selección para indígenas, solo encontraron 11 con registro de colaboración de organizaciones o líderes de las etnias. El artículo menciona como contrapunto el caso de la Universidad Federal de Amazonas (Ufam), que tiene una presencia significativa de alumnos indígenas, aunque no posee un examen de ingreso específico. Atenta a las demandas locales de los pueblos originarios, dicha institución creó carreras adaptadas a sus necesidades, incorporando un profesorado impartido en la Tierra Indígena Alto Rio Negro, en el municipio de São Gabriel da Cachoeira, en el estado de Amazonas.

La inclusión de los estudiantes indígenas requirió elaborar estrategias de acogida adecuadas a sus necesidades. “Constituyen el grupo de la población con menos acceso y menor índice de conclusión de la enseñanza media y eso se ve reflejado cuando acceden a la educación superior”, dice el psicólogo Everson Meireles, del grupo Diversifica – Inclusión y Diversidad, de la Universidad Federal de Recôncavo de Bahía (UFRB). En un artículo publicado en enero en la Revista Educação e Políticas em Debate, el grupo de Meireles analizó el perfil de 10.736 indígenas matriculados hasta 2018 en las carreras de grado de 65 instituciones federales de enseñanza superior.

Aunque el 87,2 % poseía ingresos familiares per cápita de hasta 1,5 salarios mínimos, tan solo el 56,8 % declaró estar incluido en algún programa de asistencia estudiantil, como alimentación y alojamiento. Su participación en actividades de investigación (un 7,46 %) y extensión (un 6,43 %) fue inferior a la media de otros estudiantes provenientes de sistemas de cupos, que era de un 11,9 % y un 8,4 %, respectivamente. La mayoría eran mujeres (el 52,5 %) y el 43,5 % de aldeas, es decir, que vivían en comunidades y territorios indígenas. El estudio también comparó los porcentajes de ingreso de 3.000 indígenas gracias a la Ley de Cupos de acuerdo con el porcentaje de esta población en cada estado del país y observó que en 14 de ellos los estudiantes estaban subrepresentados.

Antoninho PERRI / SEC-UNICAMPRepresentantes de diversas etnias pintan el Teatro de Arena de la universidadAntoninho PERRI / SEC-UNICAMP

El antropólogo José Jorge de Carvalho, de la Universidad de Brasilia (UnB) y coautor del artículo, remarca otras dificultades. “Muchos de los que provienen de aldeas indígenas viven en comunidades donde el portugués no es la primera lengua o ni siquiera se habla en forma cotidiana”, dice quien también coordina el Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Inclusión en la Educación Superior y la Investigación. Basándose en los resultados de estudios cualitativos, De Carvalho afirma que la convivencia en la universidad no está exenta de conflictos. “El ambiente puede ser hostil y hay discriminación por diferencias culturales”.

“Suelo ser la última en ser elegida a la hora de formar grupos en el aula, y ha habido profesores que me han preguntado en público si consigo seguir el ritmo de la asignatura, como si por ser indígena fuera atrasada”, relata la estudiante Angelina Ferreira, de 26 años, de la etnia Baniwa, quien a principios de 2023 llegó desde São Gabriel da Cachoeira para estudiar arquitectura y urbanismo en la Unicamp. Lo hizo acompañada de su hijo de 5 años, su hermana (que ingresó a la carrera de pedagogía), su sobrina de 11 años y su padre, encargado de cuidar a sus nietos mientras sus hijas estudian.

“La asistente social me preguntó: ‘¿Por qué traes a tu padre?’. Pienso: ¿y por qué no? La familia y la comunidad son muy importantes”, comenta. Un mes antes de llegar a Campinas, vivió una situación traumática: su hermano, de 19 años, que estudiaba administración en la Unicamp, se suicidó. “Era muy tímido y se aislaba. Cuando llegué, comprendí lo que él pudo haber vivido. Comía en soledad, me sentía muy sola en la carrera. Vi casos de racismo, dentro y fuera de la universidad. Él no tenía una estructura como para lidiar con eso”, dice Ferreira.

Luiz Medina, de la etnia Guaraní y procedente del municipio de Dourados, Mato Grosso do Sul, también se queja de los prejuicios. “He oído decir que los indígenas no somos capaces de hacer ciencia, y que ‘dentro de poco la universidad va a empezar a hablar hasta de horóscopos’, por nuestra presencia aquí”, relata el joven, quien ingresó en la Unicamp a través del examen de ingreso indígena en 2019 alentado por su madre, quien cursaba el doctorado en ciencia política en la institución, y se graduó en administración pública el año pasado. Medina hizo una maestría interdisciplinaria en sostenibilidad y protección social en la Facultad de Ciencias Aplicadas (FCA) de la Unicamp, merced a una beca de la FAPESP. Estudia las comunidades tradicionales de Vale do Ribeira (São Paulo).

No hay datos nacionales consolidados sobre la deserción de los estudiantes indígenas de carreras de grado. Estudios puntuales indican que el problema existe, pero igualmente grave es la retención, es decir, la demora en concluir las carrera. “Es necesario ampliar el apoyo para permitir la continuidad y la finalización de los estudios. Y hay que reconocer sus trayectorias y su tiempo de formación, que puede ser más largo, especialmente a la hora de concederles becas”, considera Maria Aparecida Bergamaschi, de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRGS), institución que también ofrece anualmente plazas en un examen de ingreso indígena en carreras que se acuerdan con líderes de las etnias de la región.

Andresa MorenoMirna Anaquiri, la primera indígena que defendió una maestría en la Universidad Federal de GoiásAndresa Moreno

Un estudio publicado en noviembre de 2023 por investigadoras de la Universidad Católica de Brasilia en la revista Educação analizó la trayectoria académica de los estudiantes indígenas que ingresaron en la UnB entre 2004 y 2013. En total, fueron 108 alumnos de 35 etnias. Hasta el segundo semestre de 2017, solo el 25,5 % había completado la carrera, aunque el 92,1 % ya podría haberlo hecho. Otro 43,5 % fue dado de baja, por cancelación o por no haber concluido la carrera dentro del plazo máximo. En la Universidad Federal de Pelotas (UFPel), hasta diciembre de 2021, la tasa de deserción entre 62 estudiantes indígenas y residentes de quilombos o palenques era del 17,64 %, y el 80,64 % estaba tardando más de lo esperado en graduarse, según los datos recopilados por la asistente social Janaina Guerra para su investigación de doctorado en política social y derechos humanos en marzo de este año. “En 2021, aún había estudiantes indígenas que habían ingresado a la carrera en 2013”, dice Guerra, quien integra el equipo de la recientemente creada Prorrectoría de Acciones Afirmativas y Equidad de la UFPel.

Un informe presentado en 2023 y elaborado por la Comisión Permanente para los Exámenes de Ingreso de la Unicamp evaluó el desempeño de los estudiantes entre 2019 y 2023, desglosado por formas de ingreso y reveló que el grupo de ingresantes vía Examen de Ingreso Indígena, registra las mayores tasas de deserción entre todas las vías de acceso a la Unicamp. Los datos también indicaron que el ritmo de formación era más lento que el del promedio del cuerpo discente: completaron solamente el 40 % de lo que cabría esperar. Para contrarrestar este problema, la universidad este año introdujo un cambio en el plan de estudios. Los indígenas deberán completar durante el primer año una formación inicial compuesta por contenidos esenciales de las diferentes áreas del conocimiento. Una vez concluida, podrán iniciar las carreras en las que obtuvieron sus plazas. “Este cambio apunta a facilitarles el cursado de las carreras y se formuló tras un amplio debate que comprendió la participación de distintos sectores de la universidad, incluidos los colectivos de estudiantes indígenas”, explica la antropóloga Artionka Capiberibe, una de las coordinadoras de la iniciativa, bautizada como Programa Formativo Intercultural para los Ingresantes vía Examen de Indígena Indígena.

Docentes de la Universidad Federal de Pará (UFPA), ofrecen cursos de extensión de apoyo en portugués, matemática e informática, para garantizar la continuidad en las carreras y reducir la retención y la deserción. En esta institución, el 41 % de los 105 estudiantes indígenas que ingresaron entre 2010 y 2014 terminaron cancelando sus matrículas, según un artículo publicado en enero de 2025 en la revista Educação e Políticas em Debate. “Muchos extrañan a sus familias y comunidades”, explica la historiadora y antropóloga Denise Machado Cardoso, de la UFPA, una de las autoras del artículo.

En 2024, la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp) puso en marcha un profesorado intercultural para docentes indígenas. Las 80 vacantes que se pusieron a disposición, 40 en 2024 y 40 este año, han sido cubiertas. La propuesta político-pedagógica de la carrera, que alterna actividades en la universidad y en la comunidad, contó con la participación de docentes de las universidades públicas paulistas y de la Fundación Nacional de Pueblos Indígenas (Funai), para atender una demanda del Foro de Articulación de Docentes Indígenas del Estado de São Paulo. “La elección del campus situado en Baixada Santista se debió a la proximidad con las comunidades indígenas del litoral paulista y a la adhesión a la propuesta pedagógica del campus, entre cuyos elementos estructurantes se incluyen la interdisciplinariedad y el territorio”, dice la rectora de la Unifesp, Raiane Assumpção.

De Carvalho, de la UnB, es partidario de una reformulación del sistema de ingreso, mediante la adopción de un modelo flexible en el que los estudiantes indígenas puedan elegir dónde estudiar teniendo en cuenta factores tales como la proximidad geográfica y el apoyo de la familia. Tanto él como Bergamaschi sostienen que se necesita incluir en los programas de estudios más asignaturas, estudios y proyectos de extensión que contemplen las cosmovisiones y los idiomas de estos pueblos.

La artista y educadora de arte Mirna Anaquiri fue la primera indígena en defender una tesina de maestría en la Universidad Federal de Goiás (UFG), en 2017, y actualmente es doctora en artes visuales por esa misma institución. En diciembre, se convirtió en docente de la Universidad Federal de Sul de Bahía (UFSB), en el municipio de Teixeira de Freitas. Luego de convertirse en magíster, recibió mensajes de mujeres de varias etnias, interesadas en ingresar a la academia. La educadora sostiene que el proceso de adaptación que comprende a indígenas y universidades necesita ser una vía de doble mano. “Se habla de concederles más tiempo a los alumnos para que puedan adaptarse al ambiente académico, ¿pero, y qué pasa con los docentes? ¿También estudiarán e incorporarán los conocimientos indígenas a sus actividades? Si la respuesta fuera negativa, este proceso seguirá siendo desigual”, considera.

Este artículo salió publicado con el título “Una vía de doble mano entre la universidad y la aldea” en la edición impresa n° 351 de mayo de 2025.

Artículos científicos
MEDAETS, C. et. al. Cotas para negros, encontro de saberes para indígenas: Gramáticas da inclusão étnico-racial no ensino superior. Novos Estudos Cebrap. v. 43, n. 2. mayo 2024.
MEIRELES, E. et al. Condições de ingresso e permanência de indígenas nas instituições federais de ensino superior entre 2013 e 2019. Revista Educação e Políticas em Debate. v. 14, n. 1, p. 1-24. ene. 2025.
BRAGA, G. S. et al. 10 anos do Processo Seletivo Especial na UFPA: Conquistas e desafios da inserção do movimento indígena no ensino superior paraense. Revista Educação e Políticas em Debate. v. 14, n. 1, p. 1-20. ene. 2025.
RENAULT, C. R. N. dos S. y ALBUQUERQUE, A. R. de. Perfil e trajetória acadêmica de estudantes indígenas da Universidade de Brasília. Educação. v. 48. 2023.
BERGAMASCHI, M. A. et al. Estudantes indígenas em universidades brasileiras: Um estudo das políticas de acesso e permanência. Revista Brasileira de Estudos Pedagógicos. v. 99, n. 251, p. 37-53. ene. 2018.

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