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Tecnociencia

Cuando el amar constituye un problema

CATARINA BESSELLLas profundas depresiones y, como consecuencia, las tendencias suicidas, pueden tener origen en los celos obsesivos y en el amor patológico, dos desórdenes mentales identificados hace pocos años que están tornándose importantes. En un estudio recientemente concluido en el Instituto de Psiquiatría del Hospital de Clínicas, dependiente de la Facultad de Medicina de la Universidad de São Paulo (USP), Andrea Lorena da Costa, bajo la dirección de Monica Levit Zilberman, evaluó la frecuencia de comportamientos obsesivos y las características de las relaciones afectivas en 32 personas con celos obsesivos, 33 con amor patológico y 31 sanas. Los celos, más dañinos que el amor patológico, pueden estar alimentados por percepciones reales o imaginarias, y combinar ira, humillación, temor, tristeza, depresión, inseguridad, ansiedad, angustia, traición, rechazo y temor a la pérdida del compañero o compañera en un modo tan intenso que puede llegar a causar alteraciones neurológicas. También puede ser un efecto adicional del alcoholismo o del uso de drogas psicoactivas.

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