El número de becas concedidas por la FAPESP se ha triplicado en los últimos cuatro años. Creció de 3.556 en 1996 a 9.754 el año pasado, alcanzando un nivel de inversión anual de más de 128 millones de reales. Este extraordinario volumen de inversiones corre el riesgo de comprometer la proporción adecuada entre los recursos destinados a becas y los reservados a auxilios, por medio de los cuales la Fundación financia los costos materiales, directos o indirectos, del desarrollo de proyectos de investigación, y que se ha logrado mantener a lo largo de los últimos años.
Sin embargo, el año pasado, con el incremento de la demanda, los recursos para becas llegaron a representar un 37% del total de inversiones de la Fundación. El 63% restante se destinó a auxilios a la investigación en sus diversas modalidades, financiando sus costos materiales, como equipamientos y material de consumo, entre otros. “La experiencia nacional e internacional demuestra que el desequilibrio en la distribución de recursos compromete el desarrollo saludable del sistema de investigación, al tal punto de despojarlo de las condiciones necesarias para la formación y absorción adecuadas de nuevos investigadores”, dice José Fernando Perez, director científico de la FAPESP.
Para restaurar el necesario equilibrio, la FAPESP decidió que no disminuirá la enorme inversión en becas que efectúa actualmente, pero tampoco podrá aumentarla sin perjudicar al financiamiento del sistema de investigación en general. Por lo tanto, solamente serán aprobados los pedidos considerados excelentes en los items: proyecto de investigación; productividad reciente y competencia del orientador/director en el área en la cual se inserta el proyecto; y, calificaciones del candidato. Los pedidos vinculados a proyectos temáticos no serán afectados por este procedimiento y todos los auxilios a la investigación continuarán en su flujo normal. Pero la línea de becas de perfeccionamiento está formalmente desactivada. La Fundación ha dejado de conceder prorrogaciones de becas de maestría y doctorado más allá del período reglamentario de 24 meses, para el caso de maestría, y 48 meses, para doctorado. La extensión de los plazos acabaría perjudicando el ingreso de nuevos becarios al sistema.
Sistema de investigación
El crecimiento de la demanda de becas registrado por la FAPESP obedece principalmente al crecimiento del sistema de investigación en el Estado de São Paulo y es un indicador de la vitalidad de los Programas de Posgrado. Las bolsas concedidas por la FAPESP atrajeron buena parte de esa demanda, en función de que su valor es alrededor de un 40% superior al de las becas otorgadas por las instituciones federales, y también por contar con recursos de la reserva técnica. Por lo tanto, existe una relación entre la reducción del número de becas concedidas por la Fundación Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Enseñanza Superior (Capes) y porel Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq) en São Paulo y el aumento de la demanda registrado por la Fundación.
Actualmente, el número de becas de posgrado de la FAPESP, tanto para maestrías como para doctorados es mayor que el que financian cada una de las agencias federales. El año pasado, la FAPESP distribuyó un total de 6.049 becas para maestría y doctorado. Como contrapartida, la Capes y el CNPq distribuyeron, respectivamente, 4.302 y 4.075 bolsas en igual período. Esos números de becas de las agencias federales fueron obtenidos por medio del sistema Prossiga/CNPq. Pero los últimos números oficiales del CNPq apuntan un total de 4.324 becas distribuidas en São Paulo el año pasado, siendo de ellas 2.010 para maestrías y 2.314 para doctorados.
Según el jefe de Gabinete del CNPq, Lélio Fellows Filho, el estado de São Paulo recibió de parte del organismo en 2000, 130 millones de reales, y de éstos, 106 millones para todas las modalidades de becas existentes en el país, 2,1 millones para las del exterior y 21,3 millones de reales para fomento. “Esa distribución representa la colocación del 31% de los recursos globales del CNPq”, dice Fellows. “La Universidad de São Paulo (USP) recibió un 10,7%, un porcentaje mayor a toda la dotación destinada a la región norte y a todos los estados del país, a excepción de Río de Janeiro y São Paulo.”
Capes transfiere recursos a instituciones que pueden ser utilizarlos para financiar becas por un período de 24 meses en el caso de maestrías, y de 48 meses, para doctorados. De acuerdo con Luiz Valcov Loureiro, director de Programas de Capes, la reducción de los recursos destinados a las instituciones de São Paulo es producto de la “política nacional que supedita el otorgamiento de becas al plazo para obtener el título”. Las universidades paulistas, continua Loureiro, tienen el mayor plazo de Brasil, especialmente en los cursos de maestría. Según el criterio de evaluación de la Capes, el tiempo para recibirse cuenta puntos, a favor o en contra, para el establecimiento de cuotas transferidas a las instituciones.
De cualquier forma, en la opinión del director científico de la FAPESP, las agencias deben conversar y trabajar en conjunto, y es necesario un esfuerzo concertado con miras a una redefinición de los cupos federales para São Paulo, que permita atender al crecimiento de la demanda calificada.
Evolución de las becas en el país – FAPESP
Año IC MS-I MS-II DR-I DR-II PD TT JP TOTAL
2000 2.238 1.585 1.344 1.198 2.289 546 436 113 9.749
1999 2.012 1.411 1.360 1.083 1.694 480 338 110 8.488
1998 1.867 1.483 998 981 1.071 423 257 94 7.174
1997 1.678 1.120 683 728 592 395 138 67 5.331
1996 1.369 773 396 474 293 144 36 35 3.520
IC (Iniciación Científica); MS-I (Maestría I); MS-II (Maestría II); DR-I (Doctorado I); DR-II (Doctorado -II); PD (Posdoctorado); TT (Capacitación Técnica); JP (Joven Investigador).
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