La exagerada dependencia de investigadores extranjeros sería una amenaza a la estabilidad de la investigación biomédica en Estados Unidos, según sostiene un estudio realizado por Susan Gerbi, bioquímica de la Universidad Brown, de Providence, estado de Rhode Island, EE.UU. Si la importación de mano de obra de afuera cesara, se advierte en el trabajo, muchos laboratorios estadounidenses no lograrían funcionar con la productividad actual. Gerbi relevó la cantidad de investigadores que trabajan en laboratorios biomédicos de EE.UU. entre 1972 y 2002. Y constató una reducción de los cargos permanentes y el avance de funciones temporales asumidas por posdoctorandos. Hace tres décadas la cantidad de posdoctorandos equivalía al de científicos fijos. Hoy en día hay dos temporarios por cada investigador de carrera. Y desde 1998, los extranjeros son mayoría entre los reclutados. El problema, según declaró Gerbi a la revista Nature, es que la dependencia camufla la escasez de estadounidenses calificados. Y muestra que los laboratorios podrían entrar en colapso si los pos-doctorandos pasasen a elegir otros destinos.
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