En menos de un mes los investigadores tuvieron dos buenas noticias. El día 23 de enero el Boletín Oficial de la Unión publicó la Resolución nº 1 de la Dirección Colegiada de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) que facilita la importación y exportación de material de investigación científica y tecnológica realizada por investigadores o instituciones. El día 27 de diciembre del año pasado, la Receita Federal (agencia recaudadora) publicó la Instrucción Normativa nº 7.999, remitiendo la importación de animales, vegetales, virus, bacterias, máquinas y equipamientos utilizados en investigaciones al Canal Verde, un sistema de liberación automática que dispensa la verificación física de las mercancías adquiridas por científicos acreditados en el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq).
La Anvisa y el Ministerio de Hacienda atienden las exigencias del Decreto de la Presidencia nº 6.262, de 20 noviembre de 2007, que concedió un plazo de 45 días -prorrogable por igual período- para que cuatro ministerios -Hacienda, Ciencia y Tecnología, Salud y Desarrollo, Industria y Comercio Exterior- simplificasen la importación de bienes destinados a la investigación.
“Hay una evidente intención del gobierno de crear un ambiente más favorable a la investigación”, afirma Luiz Eugenio Mello, presidente de la Federación de Sociedades de Biología Experimental y pro-rector de Graduación de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp). Para él, la resolución de la Anvisa innova cuando en su artículo 6º garantiza prioridad en la liberación de productos en un plazo de 24 horas. Él identifica “avances” también en el artículo 4º, que responsabiliza al investigador y a la institución a la cual estuviera vinculado por eventuales daños a la salud individual o colectiva y al medio ambiente “como consecuencia de la alteración de la finalidad declarada para el ingreso del material en el territorio nacional”. En su evaluación, tanto la comunidad académica brasileña como la agencia reguladora ya están suficientemente maduras para nuevas responsabilidades.
La “madurez” de la comunidad de investigación facilitó la decisión del Ministerio de Hacienda de facilitar importaciones: en los últimos dos años, la Receita no identificó ningún fraude. “La mayor parte de los problemas son referentes a errores de despacho”, afirma Wagner Castro, jefe sustituto de la División de Administración de Riesgo Aduanero de la Receita Federal. A partir de este año, la verificación de los productos por la Receita es hecha a posteriori, y con el objetivo de ver si la utilización del material importado se destina efectivamente a la investigación. “Si una computadora importada fuera utilizada para otro fin, la Receita cobrará el impuesto debido, intereses y multa”, él ejemplifica.
El nuevo procedimiento redujo de 14 para siete días el tiempo gastado en el desembarazo aduanero. “Nuestra intención es facilitar la vida de los investigadores que se quedan con un equipamiento de investigación enredado y evitar que ellos sean llevados a utilizar otras vías para entronizar el material en el país y sufran proceso criminal por contrabando.”
Castro recomienda, no obstante, que los investigadores se mantengan alertas en la descripción del material importado. La mayor incidencia de errores en esa modalidad de importación está en la declaración de importación hecha al Sistema Integrado de Comercio Exterior (Siscomex), que es llena por un despachante aduanero con base en las informaciones suministradas por el importador. “Cuando la descripción es incompleta, altera la clasificación fiscal”, él advierte, refiriéndose al Sistema Harmonizado de Clasificación de Mercados, que establece códigos válidos internacionalmente para los diversos productos.
Los interesados podrán tener más informaciones sobre os procedimientos de importación en el sitio de la Receita Federal: www.receita.fazenda.gov.br/aduana/ PesquisaCientifica.htm y del CNPq: www.cnpq.br/programasespeciais/importa/index.htm
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