Una solución simple para un problema de salud que no para de crecer en Brasil: cuatro cucharadas soperas de borra de café diluidas en un vaso de agua evitan el crecimiento de la larva del mosquito Aedes aegypti, transmisor del dengue. La investigación de la bióloga Alessandra Laranja, del Instituto de Biociencias, Letras y Ciencias Exactas de la Universidad Estadual Paulista (Unesp) de São José do Rio Preto, es importante también pues ayuda a diminuir el uso de insecticidas organofosforados granulados, que pueden afectar a niños, animales y plantas. Con el comienzo de la temporada estival, se produce una tendencia a la multiplicación rápida del Aedes. La cafeína y la borra alteran algunos de los procesos fisiológicos de los insectos, entre ellos el que comanda la reproducción. La cafeína también redujo la longevidad de los mosquitos adultos. “La municipalidad de São José do Rio Preto está recomendando a la población de la ciudad para que use esa solución en los platos de las macetas de las plantas”, dice Hermione de Campos Bicudo, orientadora de Laranja.
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