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Detalles preciosos

El sistema de procesamiento de imágenes de mamografía detecta con más precisión lesiones cancerígenas y reduce el número de biopsias

Es en el rango de edades entre los 40 y los 69 años que se registran más casos de muerte de mujeres brasileñas por cáncer de mama, muchos de los cuales se descubren solamente con la enfermedad en estado avanzado. La detección precoz, fundamental para revertir estimados que señalan 48.930 nuevos casos y 9.335 defunciones en 2006, pasa por el examen clínico y por la mamografía, hecha normalmente con un aparato de rayos X capaz de señalar lesiones iniciales con potencial cancerígeno. En muchos casos, para llegar a un diagnóstico más preciso, es necesario recurrir  a la biopsia, que consiste en la extracción de un fragmento de tejido sospechoso para su análisis. Como promedio, de cada ocho biopsias realizadas, solamente una es positiva, es decir, confirma las sospechas iniciales del médico. Pero esa cantidad de procedimientos innecesarios representa gastos extras para el servicio público de la salud. Para corregir esa distorsión se desarrolló en la Universidad de Mogi das Cruzes (UMC) un nuevo sistema de procesamiento de imágenes que mejora la calidad y la sensibilidad del diagnóstico.

“Con el sistema el médico es auxiliado en la evaluación de la radiografía, principalmente en la identificación de las microcalcificaciones, uno de los indicadores del cáncer de mama”, dice la profesora Annie France Frère Slaets, coordinadora de la investigación en la UMC. Resultados preliminares de las pruebas realizadas en el Hospital de las Clínicas de la Facultad de Medicina de Ribeirão Preto de la Universidad de São Paulo (USP) mostraron que los investigadores están en el camino correcto. “Es posible reducir en 25% el número de biopsias benignas, o de ocho para seis los resultados negativos, sin disminución significativa en la tasa de detección de casos malignos”, dice el profesor Paulo Mazzoncini de Azevedo Marques, del Centro de Ciencias de las Imágenes y Física Médica del Departamento de Clínica Médica de la Facultad de Medicina y uno de los integrantes del grupo de investigación.

Resultados comparados – La evaluación del sistema de procesamiento de imágenes en el HC de Ribeirão Preto no interfirió en la rutina médica del hospital-escuela. Allá los exámenes de mamografía realizados pasan inicialmente por un médico-residente para hacer un informe pericial, revisado por docentes radiólogos o médicos contratados. Paralelamente, las mismas imágenes son llevadas para el laboratorio de informática, en donde son digitalizadas antes de que sean evaluadas por un software que aún no está en el formato comercial. Los resultados del informe pericial médico son comparados con los emitidos por la computadora. “Estamos en el proceso de validación del sistema de procesamiento, un paso intermedio para que pueda ser aplicado en la rutina del hospital”, dice Marques.

Las imágenes trabajadas hasta ahora permitieron verificar que, con la aplicación del nuevo sistema de procesamiento, algunos procedimientos podrían haber sido evitados u otros exámenes complementarios podrían haber sido pedidos antes de la indicación de la biopsia. En los Estados Unidos, sistemas semejantes aprobados por la agencia estadounidense de control de alimentos y medicamentos, la Food and Drug Administration (FDA), ya forman parte de la rutina clínica. “Allá los médicos que trabajan con esos sistemas de apoyo reciben del convenio un pago adicional por el uso”, dice Marques.

Investigadores de la Universidad de Chicago fueron los pioneros en estudios en esa área. En 1998 ellos lanzaron, en alianza con la empresa R2 Technology, el primer sistema comercial de procesamiento de imágenes de mamografía aprobado por el FDA, llamado ImageChecker. Posteriormente, otros dos programas semejantes fueron lanzados en los Estados Unidos y uno en Europa. El gran diferencial de los Estados Unidos es que la mamografía digital ya está insertada en la rutina de las clínicas y de los hospitales. Eso facilita la utilización de sistemas de procesamiento de imágenes, ya que no hay necesidad de adoptar ningún procedimiento adicional, como la digitalización de imágenes.

Aquí la situación es bien diferente. Los pocos aparatos digitales se encuentran en clínicas particulares. El sistema público de salud y la mayoría de los convenios trabajan con mamógrafos convencionales de rayos X, semejantes a los utilizados en el comienzo de la década de 1990, cuando Annie France comenzó a interesarse por el tema, que resultó en un proyecto iniciado en 1997, financiado por la FAPESP.

En la época, ella daba clases en la Facultad de Ingeniería Eléctrica de la USP de São Carlos, y el profesor Kunio Doi, de la Universidad de Chicago, estuvo en São Carlos para hablar de las investigaciones que resultaron en el primer sistema comercial de procesamiento de imágenes de mamografía. Antes de jubilarse en la USP en 1998, Annie France reunió a un grupo de investigadores interesados en la misma área. Hoy muchos están desperdigados en locales diferentes y distantes entre si como Mogi das Cruzes, Ribeirão Preto, Sorocaba, Canadá y Japón, pero aún trabajan en el perfeccionamiento del sistema de procesamiento de imágenes de la mamografía.

En ese tipo de examen, el tamaño de la mama influye en el resultado de la imagen. “Cuanto mayor, tanto mayor ruido en la imagen”, dice el ingeniero biomédico Henrique Jesus Quintino de Oliveira, participante del grupo de investigación. Eso ocurre porque los rayos X se desvían al atravesar el tejido mamario, lo que resulta en la deformación de la imagen. El efecto, llamado  desparramamiento, puede llegar al 30% de la radiación e interfiere en la calidad de la imagen de la películas que van a ser analizadas. Para llegar al sistema que será transformado en un software comercial, fue necesario desarrollar un sistema de simulación computacional de la mama y sus imágenes. Las simulaciones permiten que todos los parámetros que contribuyen a la formación de la imagen sean controlados y evaluados individualmente, lo que no es posible con imágenes reales. Una de esas simulaciones tienen como objetivo evaluar cual es la técnica de exposición ideal para detectar microcalcificaciones.

Los análisis involucraron todas las condiciones de la mama, como espesura, proporción de grasa y tejidos glandulares, además de las condiciones técnicas de los equipamientos de rayos X, del filtro que va a ser usado y del tiempo de exposición.

El resultado es un programa que analiza detalles de la radiografía digitalizada y actúa como un interlocutor del médico. “Él alerta sobre posibles detalles que no fueron detectados en el análisis visual”, dice Annie France. En la práctica, funciona como una segunda opinión médica, recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la evaluación de mamografías. En Brasil son más de 40 millones de mujeres las que se encuentran en el rango de edades indicado para la mamografía, un mercado potencial para la diseminación de ese nuevo sistema. Para la población femenina abajo de los 30 años, el examen más indicado es el ultrasonido, porque en esa fase la mujer tiene más tejidos glandulares, difíciles de ser visualizados con los rayos X porque no proporcionan mucho contraste.

Aunque la investigación haya comenzado con el objetivo de mejorar la sensibilidad de las imágenes obtenidas por los aparatos de rayos X que utiliza filmes, el sistema desarrollado también puede ser utilizado en los equipamientos de mamografía digitales. Como la señal ya está digitalizada, basta usar el software en el aparato digital. Todo el proceso se vuelve más simple aún, y los diagnósticos más precisos. Con eso, es posible la disminución en el número de biopsias innecesarias, sin contar que las lesiones pueden ser diagnosticadas más precozmente, posibilitando que las pacientes inicien el tratamiento más temprano.

La disminución en el número de biopsias negativas obtenidas en las pruebas realizadas en el Hospital das Clínicas de Ribeirão Preto, que llegó a la proporción de un caso positivo para cada seis procedimientos realizados, aún no es lo ideal, ya que el preconizado bajo el punto de vista de garantía de salud de la paciente y el costo del servicio es una biopsia positiva para cada cuatro realizadas. Pero el nuevo sistema ya avanzó bastante y todo indica que debe llegar, con algunos aciertos más, a una relación próxima de la ideal.

El Proyeto
Auxilio al Diagnóstico Computadorizado (CAD) en la detección de microcalsificaciones
Modalidad
Línea Regular de Auxilio a la Investigación
Coordinadora
Annie France Frere Slaets – Universidad de Mogi das Cruzes
Inversión
263.699,70 reales y 74.289,61 dólares (FAPESP)

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