Aproximadamente la mitad del ADN de las neuronas sanas presenta grandes inserciones o deleciones en ciertos segmentos de su secuencia. Esta conclusión contradice el concepto aprendido de que todas las células contienen el mismo material genético y forma parte de un trabajo reciente coordinado por científicos del Instituto Salk, en California (Nature Neuroscience, 12 de septiembre). Una de las fuentes de dichas variaciones son los denominados L1 o “genes saltarines”, que son pequeños tramos de ADN que se replican y surgen como copias de sí mismos a lo largo del genoma. Esa característica de los genes saltarines ya se conocía. Lo novedoso es que, además de promover inserciones, los L1 pueden desactivar ciertos segmentos del genoma. “El estudio revela una nueva variante que nos ayudará a comprender el papel de los L1 en los cerebros sanos y en aquellos afectados por autismo o esquizofrenia”, opina Fred Gage, del Instituto Salk. Como coautores del artículo figuran los brasileños Apuã Paquola, también del Salk, Francisco Alves de la Universidad de São Paulo (USP), y Alysson Muotri, de la Universidad de California en San Diego.
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