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Carta de la Editora | 184

El aprecio de los gobernadores

Una ceremonia que contó con la presencia del gobernador Geraldo Alckmin, en el auditorio reformado y que ahora lleva el nombre del ex gobernador Carlos Alberto de Carvalho Pinto, fue el marco del comienzo de la celebración de los 50 años de la FAPESP, que se cumplirán el 23 de mayo de 2012 (lea la noticia aquí). Autor del proyecto que, al transformarse en ley, autorizaría al Ejecutivo a crear finalmente la Fundación prevista en la Constitución estadual de 1947, y responsable del Decreto 40.132 que firmó el 23 de mayo de 1962, instituyéndola efectivamente, Carvalho Pinto nunca disimuló su orgullo por esa iniciativa. Si me fuese dado destacar alguna de las realizaciones de mi modesta labor pública, no vacilaría en elegir a la FAPESP como una de las más significativas para el desarrollo económico, social y cultural del país, dijo en algún momento, hacia el final de su productiva trayectoria pública. El respetado abogado y político gobernó São Paulo entre 1959 y 1963 y falleció en 1987, a los 77 años.

Los gobernadores de São Paulo parecen efectivamente profesar un aprecio especial por la FAPESP. He meditado un poco al respecto mientras asistía al evento del lanzamiento del cincuentenario, recordando que fue gracias a Franco Montoro que conocí mejor la Fundación, en 1992. Me explico: la FAPESP cumplía 30 años y el ex gobernador (1983-1987) envió una carta al diario Gazeta Mercantil, en ese entonces el más importante periódico económico del país, sugiriendo que la efeméride valdría una noticia, dado el importante rol de la institución en el desarrollo paulista. El director de redacción del diario, Matias Molina, un excepcional periodista económico, o mejor aún, un excepcional periodista, me llamó una tarde y me dijo que el periódico iba a seguir la sugerencia de Montoro. Pero en lugar de hablar de los 30 años de la FAPESP, mostraría al lector, mediante una serie de reportajes, una media docena de proyectos que contaron con apoyo de la Fundación en el transcurso de su historia y que tuvieron un impacto real en el desarrollo del estado. Yo me desempeñaba como editora de tecnología, y el trabajo me concernía. Uno de los temas que elegí para la serie fue la investigación del cancro cítrico, una enfermedad cuyo control resultó fundamental para la expansión de la citricultura paulista.

Han pasado casi 20 años, y cuando discutíamos en una reciente reunión de pauta cuál podría ser el propio aporte de la revista para la celebración de los 50 años de la FAPESP, traje a colación esos recuerdos y el enorme placer que sentí al descubrir proyectos de investigación de cuya existencia ni siquiera sospechaba, para escribir sobre ellos en tiempos todavía un tanto inhóspitos en la prensa, cuando se trataba de la producción científica brasileña. Decidimos que, a esta altura, Pesquisa FAPESP podría relevar, no sólo media docena, sino una docena del historial de líneas de investigación financiadas por la Fundación, de gran relevancia para São Paulo, para Brasil o, más ampliamente, para la producción de conocimiento mundial. Las mismas serán publicadas cada mes, hasta mayo de 2012. Curiosamente, Fabricio Marques, nuestro editor de política, optó por comenzar la serie con las investigaciones sobre las enfermedades de los cítricos, que van mucho más allá del cancro e incluyen, obviamente, al proyecto pionero de la genómica brasileña, el de la Xylella fastidiosa, causante de la clorosis variegada de los cítricos (CVC), que en el año 2000 catapultó a la ciencia realizada en el país a los medios nacionales e internacionales. Vale la pena leer el reportaje, a partir de la página 34. Pero es tiempo de aclarar que los resultados de ese proyecto constituyeron el mejor pretexto para que otro gobernador de São Paulo, Mário Covas (1995-2001) demostrara a la larga su enorme aprecio por la FAPESP. Durante una fiesta inolvidable en el Salón São Paulo, en febrero del 2000, Covas concedió la medalla al mérito científico del gobierno del estado, que creara días antes, a 200 investigadores que habían participado del proyecto.

Pero antes que el espacio para esta carta se agote, necesito destacar al menos el reportaje de tapa de la presente edición al respecto del autismo, un excelente trabajo de Ricardo Zorzetto, nuestro editor de ciencia, que empieza en la página 16. El autismo permanece como una de las más misteriosas condiciones psíquicas y/o neurológicas que afectan a una pequeña parte de la humanidad y hace tiempo que deseábamos realizar una exploración por los senderos que los científicos brasileños, en conexión con sus colegas de otros países, están recorriendo en su esfuerzo por descifrarla, diagnosticarla y, de ser posible, tratarla. Para terminar, recomiendo los artículos sobre energía solar (lea aquí) y ficción científica brasileña (lea aquí). ¡Buena lectura!

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