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Cultura popular

El baúl interiorano de Villa-Lobos

Investigadora organiza un archivo de trovas, literatura de cordel, poesías y parodias que estaban en la colección del compositor

FUNDO VILLA-LOBOS“Sabiá trêis pote,

siricóia miudinha
sabiá trêis pote
siricóia miúda.

Sei que o senhor demora
vir aqui no nosso lugar
eu fico com arrodeio
eu fico ouvindo cá
ai meu Deus se aquele moço
tão cedo não vem no Natal.”

Chico Antônio

Esta música forma parte de un género de coplas de repente llamado coco, y fue improvisada por el cantador Chico Antônio, en Natal (Río Grande do Norte), durante la despedida de Mário de Andrade, en 1929. Mayúscula fue la sorpresa de la investigadora Edilene Matos, al escucharla el año pasado, frente al Mercado Modelo, en Salvador (Bahía), al son del pandero y la viola tocados por tres cantadores. Misterios de la oralidad, dirían los apreciadores de la cultura popular. Y Edilene es una de estas personas.

Su proyecto de posdoctorado, desarrollado en el Instituto de Estudios Brasileños de la Universidad de São Paulo (IEB/ USP) y financiado por la FAPESP, está relacionado con Mário de Andrade, Chico Antônio, Catulo da Paixão Cearense, Heitor Villa-Lobos, Leandro Gomes de Barros y otros tantos artistas comprometidos con la valoración del arte del pueblo. “La cultura popular no le debe nada a la llamada cultura erudita, es creación de la misma manera, y el pueblo es lo más renovador, creativo y bullicioso que existe”, dice la investigadora.

Edilene se propuso poner en orden el llamado Fondo Villa-Lobos, una abundante documentación – trovas, parodias, folletos, cantos, desafíos y poesías – datada probablemente a partir de 1905 y recabada por artistas desempeñando funciones de investigadores, de la estatura de Pixinguinha y Donga, allá por la década del 20. Lo hicieron a pedido de Arnaldo y Carlos Guinle, ricos industriales y mecenas cariocas, que pretendían reunir temas y piezas folclóricas delnorte y el nordeste de Brasil, y publicar la producción popular de todos los rincones del país. Y reunieron un vasto material, fruto de una amplia y desordenada investigación. Para organizar todo, invitaron a Villa-Lobos.

El objetivo del compositor, de acuerdo con la entrevista concedida al periodista y escritor Alcântara Machado en el salón de té del Mappin, en 1925, era publicar tres libros: el primero de música, y el segundo y el tercero de poesía y baile. En 1927 empezó a organizar los papeles, pero no logró seguir adelante, dada la vasta cantidad de textos y la vida repleta de ocupaciones que llevaba. Decidió entonces pasárselos a su amigo Mário de Andrade, probablemente en 1929. Andrade había emprendido poco antes sus célebres viajes al interior del país, a fin de estudiar y recoger el arte del pueblo.

Mário leyó todo el material, hizo anotaciones y marcaciones con lápiz o con tinta. Hay interrogaciones, exclamaciones, trazos tachados, remisiones a autores y poemas. Llegó incluso a hacer alguna clasificación, pese a no creer en los géneros puros, a los que calificaba como una “retórica torpe”. Clasificó los documentos en desafíos, narraciones, romances históricos y líricos, abecés, trovas, glosas, motes, modismos y diálogos. El objetivo era publicar una gran obra sobre cultura popular, cuyo título sería Na Pancada do Ganzá (El Golpe del ‘Ganzá’, en alusión al instrumento típico que le ofreció Chico Antônio, de quien Mário decía valer una docena de carusos). Ese deseo fue revelado en carta a su amigo Manuel Bandeira en 1930.

La investigadora resolvió ingresar “al fabuloso reino construido por la incursión de Mário de Andrade en la cultura popular”, también inspirada en el trabajo realizado por la investigadora Ruth Terra, que culminó en el libro A Literatura de Folhetos nos Fundos Villa-Lobos (IEB/ Edusp,1981). En éste, la autora hizo un estudio de todo aquello que encontró en el archivo. De entrada, Edilene pretendía trabajar con siete carpetas – en total son 22. Pero a medida en que fue leyendo los textos, creyó mejor efectuar la organización, sistematización y el análisis de las 22.

Éstas comprendían 633 textos, algunos de más de 60 páginas. La mayor parte de éstos – unos 300 – correspondían a literatura de cordel y literatura de frontera entre lo oral y lo escrito; fijada tipográficamente, pero que guarda todas las marcas de la oralidad, al margen de suscitar también otros lenguajes, como el visual, presente en la tapa y en la contratapa de los folletos. Otros 300 contemplan varios géneros, tales como parodias, textos popularizados, letras de música y diálogos. “Los ordené e hice una clasificación que me pareció apropiada para el material que encontré, basada en la predominancia temática”, comenta Edilene.

Recordo o tempo sadio
De minha infância querida
Quando eu no verdor da vida
Brincava à margem do rio
Admirando a beleza
Dos golfos da baronesa,
Que soltos na correnteza
Passava qual um navio

(poema/ parodia, sin indicación de autoría, que remite al lector a Casimiro de Abreu y su antológico Meus Oito Anos . Mário efectuó la siguiente anotación: “Admirable. Compárese conMeus Oito Anos “)

Edilene Matos hizo copias de los textos, loshizo digitalizar y organizó nuevas carpetas, pero dejó las originales en el orden dado por Mário de Andrade, que había emprendido una “organización desorganizada”. Con todo este trabajo, logró detectar la autoría de muchos folletos, como el de Na Pancada do Ganzá , que atribuye a Chico Antônio.

La investigadora concluyó el ensayo de apertura, en el cual aborda cuestiones tales como las fuentes de la cultura popular, los orígenes de los Fondos Villa-Lobos, la intertextualidad y la relación de Mário con la cultura popular, al margen del análisis de los Fondos Villa-Lobos. Pretende también lanzar el material en libro, que saldrá junto con un CD-ROM. Esa idea es elogiada por la profesora Telê Ancona Lopes, de la USP, coordinadora de las investigaciones del Archivo Mário de Andrade. “Ese CD-ROM, como así también el volumen en el cual se encuentra el análisis documental, acusando incluso las notas de lectura de Mário de Andrade y el resumen de cada contenido, amplia de manera extraordinaria la difusión de los fondos”, dice Telê.

Ergueu-se a onda do povo
O general ficou quieto
Os oligarcas pensavam
Que o estado era objeto
Que o pai deixasse ao filho
O filho deixasse ao neto

(folleto políticoAntonio Silvino para Rego Barros , en las elecciones de la gobernación de Paraíba, de autoría de Leandro Gomes de Barros. Mário anotó con lápiz: “Casi entero excelente -sacándole algunas estrofas, queda perfecto”)

Según Telê, Mário trabajó con la cultura popular desde 1922 en su escritorio, pero también haciendo investigación de campo. En 1928, en la Revista de Antropofagia, Andrade publicó el primer estudio sobre el folclore, intitulado O romance do Veludo. “Se carteaba prácticamente con todos los que estudiaban la cultura popular – Câmara Cascudo, Ademar Vidal, incluso con Lehmann Nitsche, que coligió mitos amerindios de Sudamérica”, comenta.

Cuando se transformó en director del Departamento de Cultura de la Municipalidad de São Paulo, en 1936, creó la Sociedad de Etnografía y Folclore, que tenía una enorme red de informantes. Contrató un fotógrafo y un camarógrafo para registrar el ‘cateretê’ (un baile rural), la folía de reyes y el samba rural paulista, y constituyó la Misión de Investigaciones Folclóricas. El baúl interiorano de Villa-Lobos no podía haber estado en mejores manos.

El proyecto
La Otra Cara de los Fondos Villa-Lobos: la Poesía Popular (nº 00/06500-5); Modalidad Beca de posdoctorado; Supervisión Telê Ancona Lopes – Instituto de Estudios Brasileños/USP; Becaria Edilene Dias Matos – Instituto de Estudios Brasileños/USP

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