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Personalidad

El discreto articulador social

Vilmar Faria, fallecido a los 59 años, era el encargado de las políticas públicas de Fernando Henrique Cardoso

José Arthur Giannotti, en un artículo escrito para el diario Folha de S.Paulo, brindó la mejor definición de la reciente pérdida del amigo que, al igual que él, fue también presidente del Centro Brasileño de Análisis y Planeamiento (Cebrap): “Vilmar Faria se fue de la misma manera que vivió siempre: discretamente, como un pez del fondo del mar”. El sociólogo, fallecido en noviembre de 2001 a los 59 años, víctima de un aneurisma, era efectivamente un hombre discreto, que prefería pasar desapercibido.

Esa característica escondía empero uno de los más importantes articuladores de políticas públicas y sociales del gobierno del presidente Fernando Henrique Cardoso desde 1995, cuando fue llamado a Brasilia para integrar el equipo de base del entonces flamante presidente. “Soy apenas un asesor del gobierno”, solía decir con modestia. Pero hasta 1999, Faria era el Secretario de Coordinación de la Cámara de Política Social de la Presidencia y era la cabeza pensante que estaba por detrás de los principales proyectos de Fernando Henrique en el área.

Faria fue responsable por la elaboración de la llamada “red de protección social del gobierno”, que incluía el Proyecto Alvorada, que pretendía combatir la pobreza en las ciudades con bajo Índice de Desarrollo Humano (IDH). Al margen de ser su consejero oficial, Faria fue amigo del matrimonio Fernando Henrique Cardoso-Ruth Cardoso. “Era un hombre discreto y competente, un intelectual comprometido con los cambios del país. Brasil perdió un eventual ministro de Educación”, lamentó el presidente.

La muerte de Faria fue muy sentida también en la comunidad académica. “Más allá de la pérdida de una persona con la cual cultivaba una gran amistad personal, subrayo que la comunidad científica brasileña pierde a un importante interlocutor en el gobierno federal”, dijo José Fernando Perez, director científico de la FAPESP. “Vilmar tenía una visión moderna del sistema de investigación del país y tuvo una actuación decisiva, por ejemplo, en la preparación de medidas provisorias (decretos) relativas a la ley 8.666, eliminando la necesidad de licitación bajo bienes de investigación con recursos financiados por las agencias de fomento.

También actuó en la cuestión referente a cómo se debía calcular el impuesto debido a las fundaciones. Era un canal directo del sistema de investigación con el presidente.” Vilmar se doctoró en la Universidad Harvard (con la tesis Marginalidad Ocupacional, Empleo y Pobreza en el Brasil Urbano) y, después del Cebrap, también ayudó en la fundación del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad de Brasilia. Su principal área de estudio era el análisis de los problemas de las grandes ciudades y las complejas problemáticas de la pobreza y del empleo.

Faria prestaba especial atención a las dificultades de la investigación científica en Brasil; ayudó al desarrollo de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia y, durante su gestión al frente del Cebrap, logró establecer un puente entre la vieja y la nueva generación de investigadores. Hizo lo propio durante su estada en el Palacio do Planalto (sede del gobierno brasileño), siendo un importante nexo entre el gobierno y el mundo académico. Era un optimista. “El problema social de Brasil es como un vaso de agua: se puede ver cuánto falta para que se llene, pero yo prefiero ver hasta dónde se ha llenado”, decía.

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