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Reseñas

El discreto encanto de la academia

Un relanzamiento con la sabiduría de Gilda de Mello e Souza

La claridad, la calma elegancia que se aparta de los efectos y los impactos son las características propias del estilo de Gilda de Mello e Souza. Un estilo reacio tanto a los lirismos como a los debates exaltados. He allí el modo tranquilo como ella enuncia una discordancia en su libro O tupi e o alaúde [El tupí y el laúd], publicado nuevamente, con ligeras actualizaciones: “Intentaré ahora discutir la postura de Haroldo de Campos, para adoptar un punto de vista diferente”. Suma discreción que de cualquier manera no impidió, a la época de la primera edición, en 1979, un juego polémico de artículos en periódicos.

Releyendo ahora O tupi e o alaúde se hace evidente cuánto esos pros y contras, ataques y defensas que suscitó están aquende sus cualidades. No son de ninguna manera provocadores, como en los retos circunstanciales e inmediatos. Si lo fueran, el libro habría perdido su interés y su permanencia. Al contrario, se confirma como un análisis esencial de una obra mayor de la literatura brasileña, Macunaíma.

Gilda de Mello e Souza expone los vínculos de Macunaíma con la organización de formas propias de la música popular (pero debe entenderse lo popular no como la producción ligada a la industria del disco – música por la cual, dicho sea de paso, Mário de Andrade no manifestaba mucha indulgencia -; se trata aquí de aquello que se ha dado en denominar folclore) y termina con un paralelo iluminador entre Macunaíma y el romance arturiano, más precisamente, la búsqueda del Grial.

La autora sitúa muy bien la obra en el marco de la perspectiva nacionalista que en 1928, año de la publicación de Macunaíma, era aguda en la concepción de Mário de Andrade. Pero el nacionalismo, que fue un determinante genético de suma importancia para la obra, forma hoy en día su sentido más discutible y datado. En O tupi e o alaúde ocupa el lugar de circunstancia histórica, cediéndole terreno al carácter universal que el libro de hecho posee. O tupi e o alaúde se ha convertido en un referente clásico. Sin embargo, contiene en sí algo distinto: su carácter de trabajo intelectual ejemplar. Clásico y ejemplar, es decir, aquello que debe enseñarse en clase y que debe servir de ejemplo.

Gilda de Mello e Souza deja de lado cualquier aplicación estrecha de métodos, cualquier espíritu de sistema, exponiendo, mediante intuiciones seguras y sólidos conocimientos, algunas de las significaciones más profundas del objeto que analiza. Su texto es riguroso, sus demostraciones muestran ser siempre fundadas. Por su rigor demostrativo, ni siquiera se puede decir que posea un carácter ensayístico. Procura efectuar una comprensión directa de las cuestiones planteadas por la obra con los más adecuados instrumentos. No es en forma alguna antiacadémico: sus cualidades son aquéllas que todo texto universitario debería reunir. Puede provocar solamente un lamento: que la autora no haya publicado más.

Sus alumnos de hace 30 ó 35 años encontrarán en el libro varias ideas que la autora exponía en sus clases. Pero recordarán también muchos otros análisis fecundos que ella exponía, y que nunca fueron impresos. Habrán guardado en la memoria charlas notables, donde podía brillar una comparación entre el libro de Mário de Andrade y la película de Joaquim Pedro de Andrade, por quedarnos solamente en el ámbito deMacunaíma . Gilda de Mello e Souza formó a sus alumnos insistiendo en el papel esencial de la intuición y en el modo de cultivarla, en la manera de interrogar y amar una obra, en la fundamentación de las hipótesis, en el necesario rigor del pensamiento. Todo esto está presente en el espíritu de sus escritos que, por ser raros, son aún más preciosos.

Jorge Coli es profesor titular de Historia del Arte y la Cultura del departamento de Historia de la Unicamp. Fue alumno de Gilda de Mello e Souza en el departamento de Filosofía de la USP.

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