Uno o dos minutos de actividad física intensa unas cuantas veces al día pueden reducir sustancialmente el riesgo de muerte. Un estudio encabezado por Emmanuel Stamatakis, del Centro Charles Perkins de la Universidad de Sídney, en Australia, analizó los datos de 25.241 participantes disponibles en la base de datos biomédicos a gran escala del reino Unido (UK Biobank). La edad promedio de los voluntarios era de casi 62 años, no practicaban una actividad física regular y utilizaron acelerómetros de pulso, pequeños dispositivos que permiten medir los cambios en la velocidad de desplazamiento. Los investigadores comprobaron que quienes realizaban alguna actividad física vigorosa tres veces por día, como caminar a paso ligero para llegar a la parada del autobús o subir tramos de escaleras, tenían hasta un 40 % menos de riesgo de morir por cáncer u otras causas generales y un 49 % menos de riesgo de muerte por enfermedades cardiovasculares que las personas que no lo hacían (Nature Medicine, 8 de diciembre). Según los estudiosos, esta forma de realizar actividad física, al no requerir un tiempo mínimo ni una preparación específica, puede ser más viable para la mayoría de los adultos que el ejercicio estructurado.
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