En algunas zonas de Brasil, la viruela del mono o monkeypox, el acrónimo de su nombre en inglés, o mpox, tal como fue renombrada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en noviembre de 2022, podría estar propagándose a otros grupos, además del hasta ahora mayoritario, integrado por varones homo y bisexuales. Esta es la conclusión que surge de un análisis de la población infectada con el virus causante de esta enfermedad infecciosa en el estado brasileño de Sergipe.
De las 71 personas que contrajeron el virus en ese estado entre el 22 de agosto de 2022 y el 18 de enero de 2023, 15 eran niños y adolescentes de hasta 18 años. Según informó el 4 de febrero la revista Journal of Paediatrics and Child Health, el porcentaje de niños y adolescentes en comparación con el total –21 %–, es cinco veces superior al que se había constatado hasta ahora en Brasil. Hasta principios de febrero, el país ocupaba el segundo puesto en cantidad de casos de la enfermedad (10.758), detrás de Estados Unidos (29.993).
De acuerdo con la OMS, el brote que comenzó en mayo de 2022 afectó a más de 85.000 personas y ocasionó 93 muertes en todo el mundo hasta el mes de febrero. Pero amainó a principios de 2023, con 403 casos registrados en la cuarta semana del año (del 23 al 29 de enero) y 159 en la quinta (del 30 de enero al 5 de febrero). Desde principios de año, el número de casos ha aumentado en 13 países, principalmente en Chile, pero en otros 70 no se han registrado nuevas personas infectadas. Los niños y adolescentes representan alrededor del 1 % del total de individuos infectados en todo el mundo.
“En los niños, los síntomas son más leves que en los adultos”, dice el epidemiólogo Paulo Ricardo Martins-Filho, de la Universidad Federal de Sergipe (UFS) y uno de los autores del informe enviado a la revista Journal of Paediatrics and Child Health. La totalidad de los niños diagnosticados en el Laboratorio Central de Salud Pública (Lacen) de Aracaju, capital de Sergipe, presentaban lesiones cutáneas y 12 síntomas generales, principalmente fiebre, dolores de cabeza, musculares o de garganta. No se registraron muertes ni hospitalizaciones para tratamiento desde que se confirmó el primer caso en Aracaju, el 22 de agosto.
Síntomas leves
“Las lesiones y otros síntomas, muy similares a los de la varicela, generalmente desaparecen al cabo de unos días, tan solo con el tratamiento sintomático”, dice Martins-Filho. Según él, las lesiones en adultos se concentran en la zona genital, anal y perianal, pero en los niños aparecen con mayor frecuencia en el pecho, la espalda, las extremidades y, a veces, en el rostro.
Cuatro niños se contagiaron tras haber mantenido contacto con personas infectadas tres semanas antes de la aparición de las lesiones, pero, para la mayoría de ellos, las vías de transmisión no han podido rastrearse. “Este tipo de información ha sido escasamente asentado en las historias clínicas”, se lamenta Martins-Filho. “A menudo, el paciente no quiere decirlo, porque la principal vía de transmisión entre varones se da por el contacto con las lesiones durante las relaciones sexuales”.
Los equipos de la UFS, del Lacen y de la Secretaría de Salud del Estado también han observado que las mujeres representan alrededor del 20 % de los casos de mpox en Sergipe. Este hallazgo ayudaría a explicar el alto porcentaje de infección en niños y adolescentes, a causa del contacto permanente de las madres con sus hijos.
“Los casos de mpox en niños y mujeres estarían subdiagnosticados, especialmente en los lugares donde la vigilancia epidemiológica no es rigurosa ni están dadas las condiciones como para realizar exámenes de laboratorio adecuados”, dice Martins-Filho. Según él, algunas mujeres podrían haberse infectado al tener contacto con las lesiones de varones bisexuales. Ellas han presentado menos lesiones genitales que el grupo masculino.
NiaidImagen microscópica de partículas de mpox (en azul) en células infectadas (en marrón)Niaid
Seguimiento
“El aumento proporcional de casos en niños y mujeres en cierto modo era esperable, teniendo en cuenta el comportamiento del virus en los países de África, donde ya es endémico”, comenta el infectólogo Marco Aurélio Sáfadi, presidente del Departamento Científico de Infectología Pediátrica de la Sociedad Brasileña de Pediatría (SBD). En los países de África occidental y central, se han registrado brotes de mpox en adultos y niños desde la década de 1970.
“Es importante llevar a cabo una investigación epidemiológica profunda para identificar los mecanismos de transmisión, verificar si realmente ha habido un cambio en el perfil epidemiológico o si se trata de casos aislados, asociados al modo de vida local”, subraya Sáfadi. “Lo que llama la atención en Brasil, es el alto porcentaje de casos descritos en mujeres, niños y adolescentes, comparado con lo que se ha observado en otros países”, añade.
A su juicio, la aparición del virus en niños y adolescentes podría deberse tanto al contagio domiciliario como a un inicio precoz de la vida sexual. Con todo, en los casos reportados en Sergipe, la concentración de las lesiones en lugares diferentes a los que se constatan en adultos sugiere que el mecanismo de transmisión probablemente habría sido el contacto familiar y no por la vía sexual.
“El aumento de los casos en niños y adolescentes puede caracterizar un cambio en el perfil epidemiológico, con nuevos grupos de personas afectadas”, comenta la infectóloga Lídia Maria Reis Santana, del Centro de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud del Estado de São Paulo y de la Universidad Federal de São Paulo (Unifesp).
Desde junio de 2022 hasta el 9 de febrero de 2023, São Paulo ha sido el estado brasileño donde se han registrado más casos: 4.318, de los cuales 186, el equivalente a un 4,3 %, en menores de 18 años. Los niños y preadolescentes de hasta 15 años presentaron manifestaciones en todo el cuerpo y los adolescentes de 15 a 18 años tenían lesiones en la zona genital y anal, como los adultos.
Los tres adultos fallecidos tras contagiarse de mpox tenían sus defensas sumamente bajas, estaban inmunodeprimidos. “Fueron diagnosticados en forma tardía y descubrieron que tenían VIH cuando supieron que tenían mpox, o bien habían abandonado el tratamiento para el sida”, comenta Santana.
Intenso entre julio y agosto de 2022, cuando el número de casos se duplicaba cada siete días, el brote en el estado de São Paulo amainó. “Entre diciembre y febrero hemos tenido un máximo de cuatro nuevos casos por día”, informa. “La transmisión ha disminuido tanto en adultos como en niños, lo que indica que no hubo transmisión sostenida entre otros grupos de la población”.
La politóloga Lorena Barberia, de la Universidad de São Paulo (USP), advierte: “No podemos basarnos meramente en la notificación para verificar si realmente hay un control efectivo de una epidemia”. Según ella, “para saber si efectivamente está decayendo, tenemos que analizar cuántos test se están realizando y cuántas personas han sido testeadas”.
Osmar Bustos /IIERSala de atención de pacientes con sospecha o diagnóstico confirmado de mpox en el Instituto Emílio Ribas de la ciudad de São PauloOsmar Bustos /IIER
En un artículo publicado el 17 de enero en la revista Lancet Regional Health Americas, un grupo de investigadores de la USP advirtió que la infección por mpox, a pesar de su baja letalidad, podría acentuar los prejuicios y la estigmatización contra los varones que tienen sexo entre sí y alentar la discriminación contra las comunidades LGBTQIA+.
“En efecto, corremos este riesgo”, concuerda Santana. “Tenemos que aprender a informar los riesgos de manera distinta, sin incurrir en la estigmatización, que ahuyenta a la gente de los servicios de atención de la salud. Si nos ocupáramos más abiertamente de la salud sexual de la población, no nos enfrentaríamos a esta situación”.
Barberia, una de las autoras del artículo, sugiere que las estrategias de comunicación promuevan acudir a los servicios de salud. “Las imágenes de las lesiones en la piel, en el caso de la viruela símica, bien pueden motivar tanto a que la gente se realice las pruebas de diagnóstico como a crear una imagen atemorizante de la enfermedad y a ahuyentarla”, comenta. “Es más importante diferenciar la vía de transmisión que las personas afectadas o transmitir la idea de que hay grupos específicos de riesgo”.
En el mismo número de la revista Lancet Regional Health Americas, un grupo de la Universidad Federal de Campina Grande (UFCG), en el estado de Paraíba, comentó que la baja capacidad de testeo dificulta la identificación de los casos y el control de la propagación del virus.
Según la OMS, la viruela símica puede transmitirse entre las personas, principalmente, a través del contacto con los fluidos corporales, lesiones en la piel o en boca y garganta, gotitas de saliva liberadas al respirar o estornudar o bien, raramente, por el contacto con objetos contaminados.
A excepción de los casos en niños, el perfil del mpox en Brasil ha sido similar al de otros países. En un estudio nacional, publicado en la edición de marzo-abril de la revista científica Travel Medicine and Infectious Disease, el grupo de Sergipe apuntó que esta enfermedad ha afectado predominantemente a varones (el 92 %), blancos (el 44 %), con edades comprendidas entre 20 y 39 años (el 73 %) y autodefinidos como homo o bisexuales (el 67 %), causando lesiones cutáneas (el 92 %) o genitales/anales (el 61 %) y fiebre (el 60 %). Según el artículo publicado por el grupo de la UFS, los registros hasta el mes de noviembre se concentraron en el Distrito Federal (10,8 casos por cada 100.000 habitantes), São Paulo (8,9), Goiás (7,6) y Río de Janeiro (7,3).
En agosto del año pasado, el Ministerio de Salud nacional anunció la compra de 50.000 dosis de la vacuna MVA-BN, también llamada Jynneos, elaborada por la empresa danesa Bavarian Nordic, para comenzar a vacunar a las personas mayores de 18 años contra la viruela común y la mpox. Hasta principios de 2023, había llegado solamente el 20 % de las dosis, inicialmente destinadas a los estudios de evaluación de la efectividad y seguridad de la vacuna.
Artículos científicos
MARTINS-FILHO, P. R. et al. Monkeypox in children and adolescents in Northeast Brazil: A case-series. Journal of Paediatrics and Child Health. 4 feb. 2022.
MARTINS-FILHO, P. R. et al. Incidence, geographic distribution, clinical characteristics, and socioeconomic and demographic determinants of monkeypox in Brazil: A nationwide population-based ecological. Travel Medicine and Infectious Disease. v. 52, 102517. mar.-abr. 2023.
SCHEFFER, M. et al. Monkeypox in Brazil between stigma, politics, and structural shortcomings: Have we not been here before? Lancet Regional Health Americas. v. 17, 100394. 17 ene. 2023.
GADELHA, P. S. et al. Monkeypox: A public health emergency in Brazil. Lancet Regional Health Americas. v. 17, 100375. 17 ene. 2023.
