Hay dos hermosas figuras, entre tantas que aparecen en esta edición de Pesquisa FAPESP, que nos plantean reflexionar con detenimiento acerca de la influencia y el peso de la personalidad o, si así lo preferimos, sobre la singularidad del individuo en lo atinente al desarrollo de determinadas prácticas sociales, en particular, a la producción del conocimiento científico y el establecimiento de un ambiente propicio para ello. En primera instancia, mencionaré a Paulo Vanzolini, fallecido el pasado 28 de abril a los 89 años, cuyo obituario publicamos en la página 50. Polémico, muchas veces señalado como un cascarrabias malhumorado y, simultáneamente, de un humor exquisito y mordaz, Vanzolini desempeñó en su carácter de científico un rol fundamental, teórico y práctico, en la constitución de una zoología efectivamente contemporánea en Brasil. Los expertos no exageran, sostuvo el filósofo Luiz Henrique Lopes dos Santos, coordinador científico del proyecto de esta revista, cuando lo definen como el introductor de la zoología evolutiva en el país. En tanto, en su carácter de compositor, autor de maravillosos clásicos de la música popular brasileña, tales como Ronda y Volta por cima, aunque su talento ha sido ampliamente reconocido, aún suscitará nuevos y exhaustivos análisis sobre la dimensión de su influjo en ese ámbito de nuestra cultura. Con todo, tal vez el rasgo menos halagado de Vanzolini haya sido su brillante inteligencia, decisiva en el trabajo de forjar el carácter de instituciones centrales para el desarrollo científico del país. Y aquí me refiero, valiéndome nuevamente de las palabras de Lopes dos Santos en la charla que tuvimos acerca de esta figura de múltiples talentos, no sólo al Museo de Zoología, sino también y fundamentalmente a la FAPESP, en cuyo eficiente y respetado modus operandi refulgen a distancia el espíritu visionario y la sagacidad política de Vanzolini.
La segunda personalidad fascinante en quien me detengo es Michel Rabinovitch, un científico en plena actividad a sus 87 años, que nos revela algo de la riqueza profesional y personal de su trayectoria en la entrevista que le concedió a Neldson Marcolin y Ricardo Zorzetto, editor en jefe y editor de ciencia de la revista, respectivamente. Los primeros 15 años de su carrera en la USP, cuando ya despuntaba como un gran forjador de nóveles científicos, y los 33 años posteriores de trabajo en respetadas instituciones de enseñanza e investigación en Estados Unidos y en Francia ‒Rabinovitch salió de Brasil en 1964 para escapar de la violencia de la dictadura‒ emergen de un relato sensible y generoso escindido de la primera persona, que conduce plácidamente la mirada del lector hacia el entorno más amplio de la construcción del saber científico en el país. Vale la pena detenerse en dicha entrevista a partir de la página 24.
Pero es tiempo de pasar al reportaje que ocupa la tapa de la presente edición, elaborado por el editor especial Marcos Pivetta, que aborda, a partir de la página 18, la descripción simultánea de 15 nuevas especies de aves de la Amazonia, en artículos científicos que serán publicados durante mes de julio en una edición especial del Handbook of the birds of the world, una obra que constituye una referencia fundamental para ornitólogos profesionales y aficionados. Esta descripción representa un aporte brasileño de gran relevancia para el conocimiento de la biodiversidad y, al mismo tiempo, configura el mayor descubrimiento de nuestra ornitología nada menos que en 140 años.
También quiero destacar, en la misma sección de ciencia, el reportaje elaborado por Igor Zolnerkevic y Ricardo Zorzetto, que escruta las nuevas explicaciones geológicas propuestas para los terremotos en el país (página 44). En efecto, Brasil sufre terremotos, aunque con intensidad siempre entre leve y moderada, pero que de todos modos provocan algunos trastornos, pues no existen políticas públicas ni medidas preventivas para afrontarlos. Para finalizar, destaco el reportaje del editor de política científica y tecnológica, Fabrício Marques, al respecto de la digitalización de los documentos relacionados con la represión perpetrada durante la dictadura, realizada en el Archivo Público del Estado de São Paulo (página 30), que causará gran impacto en la investigación histórica y la de las violaciones de los derechos humanos en el país; y también el relato de nuestro editor de humanidades, Carlos Haag, acerca del interesante tratamiento otorgado a la ciencia en el Diário da Noite, el periódico sensacionalista del grupo empresario de Assis Chateubriand (página 78), que amplifica nuestra percepción sobre la divulgación científica en el país. ¡Les deseo a todos una buena lectura!
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