Suryara BernardiDos ministros del gabinete que gobierna la República Checa desde junio tuvieron que abandonar sus puestos por haber plagiado trabajos académicos en los tiempos de la universidad. Ministra de Justicia durante pocas semanas, Tatana Mala, de 36 años, renunció a principios de julio ante las evidencias de que sus dos monografías de licenciatura –está graduada en derecho y en ingeniería agrícola– contenían fragmentos copiados de otros trabajos sin citar los créditos. Un software de detección de plagio constató que por lo menos un 5% de la monografía defendida por Mala en 2011 en la Universidad Paneuropea, en Bratislava, Eslovaquia, reproducía un trabajo presentado cinco años antes en la Universidad Marasyk, en la ciudad de Brno, en la República Checa; el texto repetía hasta los errores ortográficos del original. Partes de un libro de referencia en derecho también fueron plagiadas. El mismo problema fue observado en la monografía que presentó la ministra en 2005 en la Universidad Mendell, en Brno, sobre la influencia de condiciones microclimáticas de en la reproducción de conejos. Ella copió por lo menos 11 páginas de un trabajo sobre el tema presentado por otro estudiante dos años antes.
A mediados de julio, le tocó a Petr Krcal, de 53 años, titular de la cartera de Trabajo y Asuntos Sociales. El ministro renunció en cuanto se divulgó que tres cuartos de su trabajo final de la licenciatura en pedagogía social, defendido en 2007 en la Universidad Tomas Bata, en la ciudad checa de Zlín, se copiaron de otros textos. Habiendo cursado su formación secundaria en electrotécnica, Krcal decidió estudiar su carrera de grado a los 40 años de edad, cuando ya tenía una carrera política. “Trabajé duro en mi monografía, pero admito que hay irregularidades en ella”, pronunció Krcal, al anunciar su renuncia.
Para Jan Mach, experta en tecnología de la información de la Escuela de Economía de Praga, que ayudó a rastrear los fragmentos plagiados, casos como los de ambos exministros son raros hoy en día, pues la mayoría de las universidades públicas del país publica en internet las monografías y tesis de sus alumnos y existen herramientas de detección de plagio disponibles. “Los trabajos de los dos ministros fueron presentados en una época en la cual el plagio era más difícil de identificar que actualmente”, reflexionó Mach, según el sitio web de Radio Praga. El primer ministro Andrej Babis, que tardó ocho meses en lograr armar un gabinete de coalición, declaró que espera que los demás ministros no tengan motivos para preocuparse por la originalidad de sus monografías de grado.
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