Ya van casi treinta años y la formulación y producción de una vacuna eficiente contra el VIH, el virus causante del Sida, sigue siendo un reto. Pero una vez que esté lista, la misma podrá ser valiosa en términos de salud pública, incluso en países con estrategias de tratamiento de vasto alcance, como es el caso de Brasil. Mediante modelos matemáticos, investigadores de la Fundación Oswaldo Cruz, del Ministerio de Salud y de centros de investigación de Estados Unidos demostraron que una vacuna capaz de prevenir entre un 40% y 70% de las infecciones, si fuera aplicada al 80% de los integrantes de los grupos más propensos a contraer el virus, podría hacer disminuir la cantidad de nuevos casos hasta un 73% al llegar a 2050, y la de muertes hasta un 30%. Según ese estudio, publicado en julio en PlosOne, estrategias de vacunación mejor dirigidas podrían ser altamente efectivas. Aun con el tratamiento gratuito ofrecido a la población, esto no es suficiente como para detener al virus. El Ministerio de Salud registró más de 500 mil casos de Sida y 200 mil muertes en el país en 2008.
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