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Tecnología

El salto de la rana

Nuevos linajes generan mayor productividad y mitigan los impactos ambientales

La carne de rana es apreciada por su delicado sabor y sus cualidades nutritivas. Aparece cada vez más entre las de mayor demanda en la cocina internacional. Pese a que tal exquisitez no ha alcanzado aún ese mismo nivel de popularidad de otros tipos de carne que se comen en Brasil, su cría tiene un gran potencial. Y podrá catapultársela a un nivel más profesional y productivo con el uso de las nuevas técnicas desarrolladas en la Universidad Estadual Paulista (Unesp) de Botucatú.

Entre estas novedades se encuentra la técnica de producción de lotes monosexo, solamente con ejemplares hembras. La elección recae sobre las hembras pues éstas no disputan territorio, al contrario de los peleadores machos que estresan el ambiente, lo que redunda en una menor productividad. Los trabajos desarrollados hasta ahora también han derivado en la producción de un linaje sin consanguinidad de la población de ranas toro (Rana catesbeiana ), la especie más criada en Brasil y originaria de América del Norte, que aparece al tope de las preferencias de los principales mercados consumidores: Francia y Estados Unidos.

El impacto en la ranicultura
Los investigadores, bajo la coordinación de Cláudio Ângelo Agostinho, del Laboratorio de Acuicultura del Departamento de Producción y Explotación Animal de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la Unesp, también desarrollaron nuevos comederos y alimentadores automáticos cuyo registro de patente se encuentra en trámite. Son novedades importantes para la cría de ranas en Brasil, a pesar de que este sector cuenta con pocas estadísticas recientes referentes a su impacto económico y social.

Una de las últimas informaciones tabuladas estuvo a cargo de la Universidad Federal de Viçosa (UFV), que estimó en 2001 en cerca de 600 los ranarios existentes en el país y en 15 las industrias de faena y procesamiento, responsables de la producción de 300 toneladas anuales de carne de rana. Datos del Instituto de Pesca de São Paulo muestran que la evaluación realizada en 1998 por la Organización de las Naciones Unidas para Agricultura y Alimentación (FAO) registró para la ranicultura un movimiento económico de 47,8 millones de dólares anuales.

Pese a que en la actualidad solamente la carne rica en proteínas, calcio, hierro, fósforo, magnesio y potasio, con bajo tenor de colesterol tiene aprovechamiento comercial, el potencial de aprovechamiento de la rana toro es considerado excepcional. El hígado puede utilizarse para la fabricación de patés. La piel curtida es usada en la producción de cintos, pulseras, carteras y zapatos. Y de la grasa se extrae un aceite utilizado en la industria cosmética; y hasta las partes no comestibles pueden aprovecharse en la composición de alimento balanceado para animales.

Así y todo, aun con todas las cualidades de la rana toro, el número de criadores ha ido menguando. “En la década de 1980 eran más de dos mil, pero ahora ese número debe girar en torno a los 600”, afirma Agostinho. Esto sucede en gran medida, de acuerdo con el investigador, debido al uso de instalaciones y manejo inadecuados. Al margen de condiciones climáticas apropiadas, los ranarios necesitan terrenos con topografía adecuada, abundancia de agua de la cual la especie es totalmente dependiente y medidas para evitar la disputa entre los animales.

Expansión total
Con el fin de mejorar los resultados de los criadores y expandir la ranicultura en el país, los investigadores de la Unesp desarrollaron métodos capaces de, al mismo tiempo, aumentar la producción en los ranarios y también evitar la diseminación de los especímenes que se escapan debido al descuido de los criadores y van a parar a la naturaleza, ocasionando problemas ecológicos, porque la rana toro disputa sus alimentos y practica el canibalismo con los especies nativas.

El análisis y el control del potencial genético de ejemplares de la rana toro de diversos ranarios comerciales fue el primer trabajo científico del grupo de investigación de la Unesp. El principal motivo para ese control es la práctica común de la endogamia (el cruzamiento entre parientes) en los ranarios, que causaba la aparición de defectos congénitos y enfermedades, debido a la falta de control del origen de los animales.

Como resultado final se obtuvo un linaje sin consanguinidad a partir de ranas oriundas de diferentes regiones y apareadas mediante fertilización artificial.Agostinho juntó a individuos en cuatro grandes ranarios ubicados en las ciudades de Brasilia, Viçosa (Minas Gerais) y en las paulistas Pirassununga y Franca, cuya población de reproductores era superior a las 200 parejas y con poblaciones sin endogamia.

A partir de entonces se realizaron nuevos apareamientos y un análisis de laparotomia (una incisión abdominal) de los imagos (individuos de tres meses de edad y aún inmaduros sexualmente) permitió la identificación de las hembras mediante debido a la presencia del ovario (una estructura alargada y lobulada, mientras que los testículos tienen un formato redondeado). Los imagos hembras pueden ser masculinizados, pues pese a que poseen características de adultos, aún no son capaces de reproducirse.

Una vez identificadas las hembras, se les cierra el corte y entonces éstas empiezan a recibir dosis de la hormona metiltestosterona, que es adicionada a la alimentación en una proporción de 30 microgramos por kilo de alimento a base depescado durante 40 días. Con este tratamiento las hembras se convierten machos fisiológicos, con testículos y producción regular de semen. Son machos poseen la expresión de la sexualidad controlada por los cromosomas sexuales XX, que determinan el sexo fisiológico de las hembras.

Cualquier hembra normal de rana toro es XX, en tanto que los machos son XY. Por tal motivo, los machos del linaje monosexo poseen cromosomas XX y no son infértiles. Éstos se utilizan para realizar apareamientos con hembras originales XX. “Así, las proles resultantes estarán constituidas exclusivamente por hembras”, explica Agostinho.

“Con estos resultados, mostramos que la técnica de reversión del imago hembra en macho es posible e inédita en Brasil y en el exterior”. Una técnica similar, de transformación de matrices machos en hembras, es puesta en práctica desde hace algunos años en el Instituto de Pesca de São Paulo para la cría de truchas. En este caso, la transformación se efectúa en la fase larval de los peces.

El linaje monosexo hembra de ranas seguramente va a interesarles a los ranicultores, sobre todo porque en lotes mixtos se registran pérdidas precisamente en la fase de la faena, cuando los machos alcanzan la madurez y empiezan a pelear, ocasionando problemas de disputas de territorio y de hembras. “La ventaja de este método consiste en que, sin la típica disputa, el plantel se desarrolla sin estrés y de manera más rápida y homogénea”, dice Agostinho. “Asimismo, se utilizan únicamente como matrices para la reproducción, y no para la faena”. Se elimina así la posibilidad de ingestión de hormonas por parte de los consumidores.

Control ambiental
La medida también procura acabar con el problema de la fuga de ranas de los criaderos hacia la naturaleza, con los consiguientes perjuicios para los batracios autóctonos los batracios corresponden al orden zoológico que comprende a las ranas y los sapos, que en Brasil es uno de los más ricos del mundo. Las constantes fugas de ranas de los ranarios comerciales pueden provocar la extinción local de algunas especies, debido a la competencia por el alimento y a la predación. La rana toro tiene una alta fecundidad: puede producir entre 10 mil y 20 mil renacuajos por camada y aparearse hasta siete veces al año.

El perfil reproductor de la rana toro facilita su diseminación en la naturaleza, principalmente porque algunos productores, al desistir de seguir con la actividad debido a las dificultades técnicas del manejo, abandonan los ranarios y permiten el escape de los animales. “Para solucionar este problema pensamos en impedir la reproducción de estos animales por medio del linaje monosexo hembra, porque en ese caso la fuga imposibilita futuros apareamientos.”

El transferencia del linaje monosexo a los criadores de ranas brasileños está prevista en un convenio entre la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa, sigla en portugués) y el Banco Mundial en el marco del Proyecto de Apoyo al Desarrollo de Tecnología Agropecuaria para Brasil (Prodetab). Las técnicas pasarán a manos de los productores seleccionados de acuerdo con su grado de experiencia en el sector y las condiciones técnicas de los ranarios.

Temperatura e instalaciones
Los trabajos que llevaron al desarrollo del linaje monosexo hembra tuvieron continuidad en los estudios de la interacción genotipo-ambiente en laboratorio, para saber si el linaje desarrollado se adaptará en diferentes regiones de Brasil, dada la variación climática de los criaderos. Para llevar adelante este estudio, el investigador utiliza poblaciones que no son monosexo. Las proles fueron probadas en los sistemas de cría utilizados por los ranicultores.

“El desempeño fue similar para todas las camadas. El próximo paso consistirá en verificar de qué manera responden los linajes ante diferentes temperaturas”, dice el investigador. “Tenemos capacidad para monitorear a más de 6 mil animales, que están siendo marcados y que serán puestos en el mes de mayo en cubas a temperatura controlada, a 25 °C, 28 °C y 31 °C. El desempeño de cada grupo será verificado luego de un período de tres meses, cuando estarán listo para la faena”, afirma Agostinho.

Al margen de las investigaciones en el campo del mejoramiento genético, el equipo de Botucatú desarrolló también dos instrumentos para la optimización del suministro de alimento en los ranarios. Esto porque, luego de la metamorfosis de los renacuajos, los imagos necesitan comer alimentos que tengan algún tipo de movimiento. El artificio utilizado para entrenar a las ranas en la ingestión de alimento granulado consiste en servírselo dentro de un comedero junto con una pequeña cantidad de larvas de moscas (parecidas a las larvas de la llamada mosca de la fruta), que hacen que los granos de alimento se tornen más atractivos para las ranas que, en la naturaleza, se alimentan de larvas, insectos, lauchas y pequeños pájaros.

Este dispositivo tiene capacidad para alimentar a 300 imagos. Pasados unos 15 días de entrenamiento en ese comedero, las ranas empiezan a consumir el alimento granulado ni bien se lo arroja al agua. El comedero sirve también como refugio dentro del compartimento para reducir el estrés durante el manejo diario, ayudando a acelerar el proceso de crecimiento y a disminuir el índice de mortalidad.

En ese momento entra en cena el segundo equipamiento, al que los investigadores denominan alimentador automático. Este dispositivo consiste en un reservorio que contiene alimento y va provisto de temporizadores, y libera pequeñas porciones de gránulos, de acuerdo con la programación basada en el tamaño y la cantidad de animales presentes en la cuba. “Es una idea sencilla, pero que va a causar un buen impacto”, dice Agostinho.

“Al ofrecerles alimento varias veces por día se puede reducir la mano de obra y la competencia por el alimento, ya que las ranas cuando están saciadas no pelean por la comida, y así les dan una oportunidad a las otras”. De acuerdo con Agostinho, no existe registro de alimentadores automáticos aplicados a la ranicultura a nivel internacional. Si bien aún son solamente prototipos, estos equipamientos ya han suscitado interés por parte de las empresas, que están estudiando su industrialización.

El Proyecto
1 – Desarrollo de un Linaje Comercial de Ranas toro ( Rana Catesbeiana): Producción de un Plantel Monosexo
2 – Comedero y Refugio para Ranas en Recría
3 – Alimentador Automático para Ranas

Modalidad
1 – Línea Regular de Auxilio a la Investigación
2 y 3 – Programa de Apoyo a la Propiedad Intelectual
Coordinador
Cláudio Ângelo Agostinho Unesp
Inversión 1 – R$ 19.820,00
2 y 3 – R$ 12.000,00

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