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Tecnociencia

El sueño y los genes

Las ojeras representan sólo las primeras señales. Dormir poco puede alterar la expresión de los genes en la corteza cerebral –alteraciones que no siempre se revierten cuando se duerme más para recuperar el sueño perdido. Camila Guindalini, del Instituto del Sueño y del Departamento de Psicobiología de la Universidad Federal de São Paulo, coordinó un estudio en el cual, ratones fueron privados  de la fase REM del sueño durante 96 horas –si se dormían, caían al agua y despertaban. Un día después y habiendo los roedores dormido a voluntad, la actividad de la mayor parte de sus genes retornó al estado normal, pero no en todos (lea en Behavioral Brain Research). El funcionamiento de los genes parece tomar mayor tiempo para regularizarse, tal como otros parámetros ya vistos en otras investigaciones, tales como la capacidad de aprendizaje y la regularidad del ciclo menstrual. El estudio ayudará en la localización de los genes cuya acción en el cerebro se remite a la regulación y control de los disturbios del sueño.

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