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Educación

El tamaño del cobertor

La creación de nuevas universidades federales suscita un debate sobre la capacidad del gobierno para ampliar un sistema con enseñanza e investigación

El programa de expansión de las instituciones federales de educación superior tiene cifras grandiosas: se prevé la creación de 125 mil nuevas vacantes hasta 2010 por medio de la construcción de cuatro nuevas universidades – ABC paulista, Grande Dourados (Mato Grosso do Sul), Recóncavo Baiano (Bahía) y Pampa (Río Grande do Sul) –, la transformación de cinco facultades en universidades y la creación de 36 campus vinculados a instituciones ya existentes. La inversión en el programa llega a  266.5 millones de reales.

Ya su impacto en el sistema nacional de ciencia y tecnología no es tan sencillo de mensurar. Hay, por ejemplo, incertidumbres sobre la capacidad del Ministerio de Educación (MEC) para patrocinar la expansión sin fragilizar a las universidades existentes. En un discurso hecho en el Palacio do Planalto el día 17 de enero, el presidente de la Asociación Nacional de Directivos de Instituciones Federales de Educación Superior (Andifes), Oswaldo Baptista Duarte Filho, elogió la iniciativa de ampliar el sistema federal, pero expresó preocupaciones.

“Tal expansión aún está dándose a costa de los cuadros de recursos humanos y financieros ya existentes que se encuentran desfasados. Las cuatro mil vacantes de docentes destinadas inicialmente a la recomposición de las plantillas actuales, además de que aún no corrigieron enteramente el déficit, fueron transformadas en apenas 2.200, con las otras 1.800 siendo destinadas a la expansión”, dijo Duarte Filho, que es el rector de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar).

Duarte reconoció que los recursos para las federales están incrementándose. “En 2005 tuvimos un aumento en el presupuesto, el primero en muchos años, que se hizo efectivo en un aumento del 24% al costo y capital de las instituciones federales”, dijo. Es verdad que el dinero usado en la construcción de las nuevas universidades está viniendo de una fuente a la parte del presupuesto global de las federales, que subió de 7.7 mil millones de reales, en el 2004, para 8.9 mil millones de reales en el 2005, según datos del MEC.

Pero las 125 mil nuevas  vacantes significarán, teniéndose en cuenta los cursos de como promedio cinco años de duración, más 625 mil matrículas después de algunos años. Eso va a duplicar el número actual de estudiantes. El temor de la Andifes es que las nuevas instituciones rivalicen fuertemente con las universidades ya existentes en la división de una torta limitada de presupuestos en los próximos años.

Hay consenso sobre la necesidad de expandir el sistema de instituciones federales de educación superior, que actualmente responde por el 55% de los programas de posgrado, según la Coordinación de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior (Capes). Ninguna nación occidental se desarrolló sin un vigoroso sistema de educación superior público.

Estados Unidos, según el Departamento de Educación del gobierno, tiene el 77% de sus matrículas en la enseñanza superior en instituciones públicas. En Brasil, de acuerdo con el último censo de Educación Superior divulgado por el Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educativas (Inep), el 72% de los estudiantes de nivel superior corresponde a alumnos de instituciones particulares y tan sólo el 10% de los brasileños con edades entre 18 y 24 años está en la universidad.

La opción del MEC es la de crear universidades con enseñanza, investigación y  extensión. Así, cada nueva institución tendrá que desarrollar carreras de maestría y doctorado. “No existe una universidad sin investigación”, dice Nelson Maculan, secretario de Educación Superior del MEC. Pero hay grandes retos por superar. Existe una distancia considerable entre contratar profesores y producir investigación de calidad. La experiencia de las universidades federales situadas en estados distantes del sur y sudeste muestra que es difícil atraer investigadores de peso y ofrecer condiciones para hacer investigación de calidad.

La Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia (SBPC) presentó una propuesta para afrontar el problema. La idea es la de abrir vacantes para grupos enteros de investigación, y no para profesores individualmente. “Cuando el gobierno autoriza la creación de vacantes de docentes, los consejos universitarios pulverizan las oportunidades por muchos departamentos y no consiguen crear una masa crítica para formar programas de posgrado en ningún área. Lo ideal sería ofrecer varias plazas en una misma área, con posibilidades de formar un grupo entero de investigación”, afirma Ennio Candotti, presidente de la Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia.

La idea tropieza con todo en la autonomía de gestión de las universidades. Hay un debate también sobre la naturaleza de las instituciones. Incluso en los países ricos, como Estados Unidos o Francia, se adoptaron estrategias de crear organizaciones de enseñanza superior no universitarias, los llamados community colleges, en las cuales no hay necesariamente investigación – no siendo obligatorio que todos los docentes trabajen en dedicación exclusiva – y donde el costo por alumno llega a ser una décima parte del de una universidad tradicional con enseñanza, investigación y extensión.

En Estados Unidos, la mitad de las matrículas de la enseñanza superior se vincula a organizaciones de este tipo. En São Paulo ya existen instituciones semejantes, las Facultades Tecnológicas (Fatecs), que ofrecen carreras de buena calidad y con graduación más rápida, volcadas hacia las demandas del mercado de trabajo. El estado de São Paulo también prepara su modelo de desarrollo del sistema de educación superior público, pero con una metodología más abarcadora.

Se discute, por ejemplo, la ampliación de un sistema de enseñanza superior con una variedad de instituciones, algunas con actividad de investigación, otras solamente de enseñanza, pero todas con carreras de calidad capaces de ampliar el acceso a la enseñanza superior. Un equipo de 150 especialistas se aboca a la elaboración del Plan Director de la Enseñanza Superior Pública en São Paulo, propuesto al gobierno estadual por el Consejo de Rectores de Universidades Estaduales Paulistas (Cruesp), que va a delinear las estrategias y objetivos, tanto cualitativos cuanto cuantitativos, para los próximos 15 años.

El comité ejecutivo que coordina los grupos está presidido por el secretario estadual de la Ciencia, Tecnología y Desarrollo económico, João Carlos Meirelles. El trabajo está organizado en cinco grupos volcados a temas específicos. Uno de ellos discute las formas de ampliar el acceso a las universidades. El segundo está debatiendo la distribución geográfica de la expansión. El tercero aborda el desafío presupuestario de alcanzar las metas. El cuarto trata de la cuestión de la innovación. El quinto discute la naturaleza de las instituciones. “La discusión exhaustiva de estas estrategias permitirá establecer un plan estratégico realizable, esencial para avanzar por un camino seguro en la expansión de la enseñanza superior pública paulista”, dice Carlos Henrique de Brito Cruz, director científico de la FAPESP.

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