La caries dental, un problema de salud pública mundial que afecta a alrededor de 2.500 millones de personas en todo el mundo, es el resultado de la interacción entre una dieta con abundancia de azúcares y los microorganismos existentes en la boca, acentuada por una higiene oral precaria. En un estudio de las variedades de microorganismos existentes en la cavidad bucal de 416 niños en edad preescolar de Estados Unidos, investigadores de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y de la Universidad de Pensilvania, ambas en Estados Unidos, identificaron 16 especies de bacterias que son más abundantes en los niños con caries. Una de ellas, Streptococcus mutans, era una antigua conocida de los odontólogos porque está asociada a este tipo de deterioro de los dientes, pero no actúa sola. El grupo, del que forma parte el brasileño de origen coreano Hyun Koo, constató que al menos otras tres –Selenomonas sputigena, Prevotella salivae y Leptotrichia wadei – también desempeñan un papel importante. Todas son capaces de transformar los azúcares libres de los alimentos en ácidos corrosivos. En general, dependen de S. mutans para formar la biopelícula (placa bacteriana), colonias adherentes de bacterias que crecen sobre las piezas dentales. Sin embargo, las pruebas de formación de biopelícula in vitro y de agresividad bacteriana realizadas en roedores demostraron que la combinación de S. mutans y S. sputigena resultó más perjudicial. Formaba biopelículas más extensas y producía más ácido que las otras especies por separado (Nature Communications, 22 de mayo).
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