Dentro de algunos años, Brasil podrá tener una nueva matriz energética con grandes ventajas ambientales: el biogas extraído de los desagües. Para que esto se torne realidad, el Centro Nacional de Referencia en Biomasa (Cenbio), entidad ligada al Instituto de Electrotécnica y Energía de la Universidad de São Paulo (IEE-USP), ha firmado un convenio con la Compañía de Saneamiento Básico del Estado de São Paulo (Sabesp) que prevé la realización de un conjunto de estudios y pruebas para la generación de energía eléctrica a partir de la utilización del biogas producido en sistemas de tratamiento de desagües.
“Para testear el proceso, se instalarán en la Estación de Tratamiento de Barueri, en el Gran São Paulo, dos microturbinas a gas, cada una de éstas con capacidad para 30 kilowatts (kW) de potencia”, afirmó Suani Teixeira Coelho, secretaria ejecutiva del Cenbio e investigadora del IEE. Las microturbinas, fabricadas por la empresa norteamericana Capstone, utilizan la misma tecnología de las turbinas de avión, pero son adaptadas para la generación de energía eléctrica.
La investigadora estima que, en función del pequeño porte de las turbinas, del tamaño de una heladera, éstas serán ideales para la generación de energía en los pequeños municipios brasileños. Paralelamente a las pruebas que se efectuarán en Barueri, el Cenbio va a seguir las actividades de las plantas industriales que producen energía eléctrica a partir del biogas extraído de los desagües en los estados norteamericanos de California y de Pensilvania.
Republicar