MARCOS GARUTIUn informe reciente de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), que reúne a 30 de los países más industrializados del mundo, otorgó un reconocimiento inédito al esfuerzo de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp) por trasladar a la sociedad los avances en el conocimiento obtenidos por sus investigadores. El informe OECD Science, Technology and Industry Outlook 2008 analizó la situación de la investigación, desarrollo e innovación en diversos países y, en el apartado referido a Brasil, destacó el trabajo de la Agencia de Innovación Inova Unicamp, por patentar un número creciente de invenciones generadas en la institución y por el aumento en un 60% de los contratos de licencias de tecnologías para empresas, en el período comprendido entre los años 2004 y 2005. Según datos más recientes, hubo un promedio de ocho licencias para empresas por año entre 2004 y 2007.
La agencia es citada como un ejemplo de crecimiento de la cantidad de patentes académicas en el país. La mención nos proporciona un gran orgullo, porque evidencia el éxito de la inserción internacional de nuestras actividades, dice Roberto de Alencar Lotufo, director ejecutivo de la agencia y docente de la Facultad de Ingeniería Eléctrica y de Computación de la Unicamp.
Inova Unicamp fue creada en 2003 con la ambición de transformares en el núcleo de innovación tecnológica de la universidad. Su objetivo es la promoción de la cooperación de la Unicamp con empresas, gobiernos y entidades civiles. Su principal vocación se vincula con la gestión de la propiedad intelectual, actuando con los investigadores de la Unicamp, ayudándolos para identificar si los productos provenientes de sus descubrimientos científicos cuentan con potencial comercial, aparte de orientarlos en los procesos de patentado y obtención de licencias para nuevas innovaciones. La agencia también mantiene una red de relaciones con empresas y organismos gubernamentales, mediante la cual expone el potencial de las patentes para su explotación comercial. Ese es el aspecto de la actuación de la Inova Unicamp elogiado por la OCDE.
Ese esfuerzo, no por casualidad, encumbró a la Unicamp en la cima del ranking de patentes solicitadas en el Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) entre los años 1999 y 2003 actualmente acumula un depósito de más de 500 patentes vigentes. El dato, aunque es altamente positivo, revela una inversión de los roles en Brasil en los países desarrollados, el tope del ranking de patentes es ocupado por empresas, no por instituciones académicas (lea la edición Nº 123 de la revista Pesquisa FAPESP). Durante los últimos cuatro años, Inova Unicamp celebró 40 contratos de licencias para empresas, comparado con los apenas seis en los quince años anteriores a la creación de la agencia.
Entre los casos exitosos se destaca, por ejemplo, un test para detectar en bebés neonatos la causa de la sordera de origen genético. La tecnología desarrollada en el Laboratorio de Genética Humana del Centro de Biología Molecular e Ingeniería Genética, fue licenciada en 2004 por la empresa de diagnósticos DLE y se consolidó en el mercado durante el año siguiente, alcanzando la marca de 30 test realizados por mes.
Otro ejemplo es el caso de un medicamento fitoterapéutico que atenúa los síntomas de la menopausia, desarrollado a partir de isoflavonas, unas sustancias con estructura similar a la de los estrógenos, extraída de la soja. Desarrollado en la Facultad de Ingeniería de Alimentos (FEA), desde el año pasado, dicho medicamento es comercializado bajo licencia por la empresa farmacéutica nacional Steviafarma. También fue otorgada la licencia para un nuevo examen parasitológico de materia fecal, el TF-Test, más sensible que los existentes, al laboratorio Imunoassay. El kit fue desarrollado por investigadores del Instituto de Computación, del Instituto de Biología y de la Facultad de Ciencias Médicas, en colaboración con una profesora jubilada de la Universidad de São Paulo (USP). Y hacia mediados de 2009 van a salir al mercado productos realizados con un material compuesto por goma natural y arcilla para su empleo en una variada gama de productos del sector industrial. Dicha tecnología permite dividir la arcilla en partículas de espesor nanométrico, lo que equivale a 100 mil veces menos el espesor de un cabello. La patente del producto es autoría del investigador Fernando Galembeck y su equipo, del Instituto de Química, y la titularidad es compartida entre la Unicamp y la empresa Orbys Desarrollo de Tecnología de Materiales, responsable de la producción.
Inventores
Un ejemplo del cambio de cultura es visible en la facultad de Ciencias Médicas. Antes de la creación de Inova Unicamp, la unidad contaba con cuatro investigadores que se dedicaban a crear productos innovadores, aunque el trabajo de ellos no se tradujera en ninguna solicitud de licencia. Pero desde el 2003 hasta la actualidad la cantidad de investigadores trepó a 22 y los contratos por licencias de patentes ya suman cuatro. Con cada licencia lograda acrecentamos la posibilidad de contar con otro producto o proceso disponible para la sociedad, dice Roberto Lotufo. Pero este sistema es lento y costoso. La empresa necesita invertir durante varios años antes de que la innovación se concrete.
En 2004, un año después de la creación de la agencia, el Congreso Nacional aprobó la Ley de Innovación, que, entre otras novedades, determinó que todas las instituciones de ciencia y tecnología instaurasen núcleos encargados de promover sus políticas de innovación. El liderazgo de la Unicamp en ese campo se transformó en una referencia para otras instituciones, notoriamente, las universidades federales. Al crear la agencia, la dirección de la Unicamp tuvo la lucidez de percibir que aquel era el momento para estimular una política académica en aras de la innovación conducida por la ciencia. Y eso es lo que la hizo pionera, expresa Oswaldo Massambani, director de la Agencia de Innovación de la USP, creada en 2005, y que ya promovió la obtención de más de 200 patentes entre 2007 y 2008 mayor que el número de patentes depositadas en esos mismos años por la Unicamp.
MARCOS GARUTIMediante estos buenos resultados, la Inova Unicamp fue contratada por la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep), la agencia del Ministerio de Ciencia y Tecnología, para dictar cursos de entrenamiento para otras universidades interesadas en crear núcleos de innovación tecnológica, en el marco del proyecto Inova NIT. Basados en los buenos resultados, diagramamos una capacitación destinada ayudar a las instituciones en la creación de sus propios núcleos, dice Patricia de Toledo, gerente del proyecto. Nuestros cursos ayudan tanto a dar los primeros pasos como a perfeccionar las competencias, afirmó. El proyecto ya ha capacitado a más de 700 profesionales de 177 instituciones de ciencia y tecnología del país. La punta de lanza es el curso de estructuración de núcleos de innovación tecnológica (NIT), que ya cuenta con nueve ediciones. Una de las metas es ahora la creación de recursos en formato a distancia, para ampliar su alcance. Para la ejecución de este programa de capacitación, el Inova NIT estableció un trabajo en conjunto con el Foro Nacional de Gestores de Innovación y Transferencia de Tecnología (Fortec). En abril de 2009, la Unicamp será sede del tercer encuentro del foro, cuya temática girará en torno de los cinco años de la Ley de Innovación.
La agencia también articula colaboraciones con alcaldías, en el marco del Proyecto Inova en los Municipios, y ofrece los resultados de investigaciones académicas realizadas en la universidad, en forma de cursos, conferencias o consultoría. Una de las formas de construir puentes entre los investigadores y las ciudades es el Cuaderno de Propuestas para Proyectos, un catastro de las propuestas realizadas por profesores de todas las áreas de la Unicamp, disponibles para el establecimiento de convenios con los municipios. El cuaderno contiene 110 propuestas de proyectos que tratan sobre temas tales como agronegocios, cultura, educación, empleo y rentabilidad entre otros.
La escasez de profesionales capaces de realizar prospecciones y para evaluar el mercado potencial de las tecnologías desarrolladas en las universidades inspiró el Programa de Investigación Tecnológica, que capacitó a 63 alumnos y analizó 83 tecnologías desde el año 2005. Inova Unicamp también brinda soporte para que las ideas de universitarios y estudiantes de posgrados en el área de tecnología se transformen en proyectos de negocios. En el proyecto de preincubación de la agencia, los alumnos forman grupos de trabajo y someten sus ideas a procesos de selección. Los elegidos cuentan con la orientación de mentores académicos y mentores de mercado para desarrollarse en el plano de los negocios. Finalmente, la agencia alberga actualmente a la incubadora tecnológica de la Unicamp, la Incamp, que ya graduó a 17 empresas desde el año 2005.
Formación de alumnos
Pese al conjunto de resultados favorables, Roberto Lotufo afirma que la Inova Unicamp aun se encuentra en fase de aprendizaje. Apuntamos a la consolidación de nuestras actividades, pero no puede decirse que conozcamos con certeza cuál es el camino que vamos a seguir, afirmó. De acuerdo con él, el retorno financiero por la inversión realizada para lograr las patentes y licencias es un aspecto secundario en el trabajo de la agencia. El sentido de otorgar licencias por las tecnologías es ponerlas a disposición de la sociedad y crear oportunidades para que la universidad desarrolle mejores investigaciones, capaces de estimular a los investigadores y reforzar la formación de los alumnos. Queremos que nuestros estudiantes se entrenen en las fronteras del conocimiento y se familiaricen con los desafíos que les presenta la sociedad, dice Lotufo. La idea de que la universidad conseguirá financiar sus actividades mediante los royalties de las patentes no se corresponde con la realidad, según el director de la agencia. La recaudación anual de la Unicamp por los royalties de las patentes licenciadas fluctúa entre 200 y 300 mil reales un pequeño porcentaje del presupuesto de la institución. Pero la agencia viene cumpliendo la meta de recaudar más de lo que le cuesta a la Unicamp, un hecho que hace que sus actividades se sostengan.
Pero ¿por qué la Unicamp tuvo este éxito pionero en relación con otras instituciones en la creación de un núcleo de innovación tecnológica? Ciertamente, contó en su favor con la interacción que la universidad estableció desde sus inicios con el sector privado, como la sociedad con Telebras, en los años 1970. Se remonta a los años 1980 el esfuerzo de la universidad por hilvanar una política de propiedad intelectual y desarrollar estrategias para la transferencia de tecnología. Ella fue una de las primeras universidades de Brasil en crear una estructura de protección de tecnologías. Se creó la Comisión Permanente para la Propiedad Industrial (CPPI), en 1984, y luego la Oficina de Transferencia de Tecnología (ETT), en 1990. Posteriormente, en 1998, la Oficina de Difusión y Servicios Tecnológicos (Edistec). Estas oficinas nacieron con el objetivo de estimular cooperación con empresas y organismos del gobierno, como así también de buscar aplicaciones prácticas para el conocimiento científico. Diversas unidades, principalmente el Instituto de Química; responsable de más del 40% de las patentes de la Unicamp; propiciaron la consolidación de esa tradición. Además de concentrar investigadores de primera línea, estas unidades cuentan con una visión de sinergia respecto de la relación universidad-empresa?, afirma Roberto Lotufo.
El director de la agencia arriesga otras causas que ayudaron al éxito. El apoyo decisivo de sucesivos rectores fue fundamental para que se consolidara la agencia. No se logra realizar ese tipo de trabajo sin apoyo de la organización de la universidad, afirma. Otro factor fundamental, según él, es la existencia de una fundación única de apoyo a la investigación dentro de la universidad, La Funcamp. Resulta común que los esfuerzos se dispersen cuando existen varias fundaciones como esa dentro de una universidad, lo cual sucede con frecuencia, asevera. Lotufo rescata que el esfuerzo para acercar la universidad a la sociedad respeta el carácter académico de aquélla. Todo se realiza con sumo cuidado, dado que la calidad de la investigación académica es la base de todo. Las unidades de la Unicamp con mayor cantidad de licencias cuentan con las notas más elevadas en la evaluación que de ellas hace la Capes, afirmó.
Una de las principales metas para 2009 es la de aumentar todavía más la capacidad de protección y comercialización de tecnologías. Para lograrlo, la Inova Unicamp acaba de presentar un proyecto financiado por la Finep denominado Pro-NIT SP, que engloba a siete instituciones paulistas: las tres universidades estaduales, las universidades federales de São Paulo (Unifesp) y de São Carlos (UFSCar), el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IPT, sigla en portugués) y el Centro Técnico Aeroespacial (CTA). El objetivo del proyecto es definir una metodología de análisis y de procedimientos modelo para las tres principales fases del proceso de comercialización: la comunicación de la invención, el depósito de la patente y su negociación o licencia.
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