Luego de suministrarles fosfoetanolamina sintética durante dos meses a un grupo de 10 pacientes con cáncer, quienes participaron en la primera fase de los ensayos clínicos en curso en el Instituto del Cáncer del Estado de São Paulo (Icesp), la misma fue considerada una sustancia segura, sin toxicidad significativa. Si bien seis de los pacientes abandonaron el estudio debido al deterioro de su condición clínica, el compuesto recibió luz verde para probarlo en otros pacientes en una segunda etapa. “La evaluación de esa primera fase resultó fundamental para asegurarnos de que no había riesgo de eventos adversos graves asociados al uso de la sustancia”, explica el oncólogo Paulo Hoff, director general del Icesp y coordinador de los test. “A partir de ahora, la investigación determinará la eficacia de la fosfoetanolamina, al abarcar a un número mayor de pacientes”. La etapa siguiente del estudio durará seis meses y aportará datos acerca de los efectos, beneficiosos o no, del uso del compuesto para el tratamiento de 10 tipos de tumores (cabeza y cuello, pulmón, mama, colon y recto, cuello uterino, próstata, melanoma, páncreas, estómago e hígado). Para cada tipo de tumor, se estudiará el uso de la fosfoetanolamina en un grupo de 20 pacientes.
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