El Gobierno Federal brasileño y la Gobernación de São Paulo suscribieron el pasado 29 de julio un convenio de cooperación técnica y científica por un lapso de cuatro años para el desarrollo de programas de incentivo a la investigación en dicho estado. Este modelo de sociedad se está repitiendo también en los demás estados brasileños, con lo que el Ministerio de Ciencia y Tecnología inaugura una nueva estrategia para compartir con las Fundaciones de Apoyo a la Investigación (FAPs) de los estados la financiación de programas de incentivo a la investigación, entre los cuales se encuentra el de Infraestructura para Jóvenes Investigadores; el de Becas de Iniciación Científica Junior; el de Apoyo a Núcleos de Excelencia (Pronex); y, en algunos estados, el Proyecto Proteoma. “La estrategia es integrar a las FAPs al programa nacional de desarrollo científico y tecnológico”, explica Erney Camargo, presidente del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq).
En el caso particular de São Paulo, el Ministerio de Ciencia y Tecnología, la Secretaría de Ciencia, Tecnología, Desarrollo Económico y Turismo del Estado de São Paulo y la FAPESP son signatarios del convenio que prevé la implementación de programas valorados en un total de 43,28 millones de reales. En Bahía el convenio redundará en inversiones por 14 millones de reales, y en Minas Gerais por 7 millones de reales, por citar algunos ejemplos.
“Estamos estimulando la creación de las FAPs allí donde éstas no existían, como es el caso de Acre, Roraima y Amapá, destinando recursos a las diversas regiones del país y, al mismo tiempo, haciendo que los estados cumplan la exigencia de girar una parcela del Impuesto sobre la Circulación de Mercaderías y Servicios (ICMS), tal como está estipulado en las Constituciones estaduales, al área de ciencia y tecnología”, justifica Camargo. Esta cooperación, debido a que exige una contrapartida de los estados, ha resultado en la ampliación de recursos destinados a la investigación en Amazonas, Bahía, Alagoas y Sergipe.
Los recursos provistos
En São Paulo los recursos para dar andadura al convenio ya han sido provistos. Los pliegos para la selección de los proyectos han sido ya publicados en los Diarios Oficiales Federal y del Estado, y están disponibles en el sitio de la Fundación. “Esta asociación potencializará los programas que la FAPESP desarrolla actualmente, puesto que duplicará las inversiones en investigación. Es un ejemplo de gobernanza en el área de ciencia y tecnología”, dice Carlos Vogt, presidente de la Fundación.
El Programa de Apoyo a la Infraestructura para Jóvenes Investigadores, de acuerdo con el pliego, financiará la instalación, modernización o recuperación de la infraestructura de investigación perteneciente a las instituciones públicas de enseñanza. En 2003 y 2004, las inversiones previstas, de 5,2 millones de reales por año, serán solventadas entre la FAPESP y el CNPq. Los proponentes deben ser noveles doctores. Serán financiables todos los items de capital y de costeo. Los interesados tienen plazo para enviar las propuestas hasta el día 22 de septiembre.
Para el Programa de Becas de Iniciación Científica Junior, el convenio ofertará un total de 500 becas, por valor total de 480 mil reales. Los alumnos de la enseñanza media de la red pública serán seleccionados por la FAPESP, que también será responsable de hacer el seguimiento de la ejecución de los proyectos. Las solicitudes de beca deben dirigirse a la Fundación a través de los coordinadores de proyectos de investigación en marcha hasta el día 22 de septiembre vía correo electrónico a: icjjunior@fapesp.br.
En São Paulo, el Proyecto Proteoma contará con 2,4 millones de reales, y tal financiamiento será compartido entre la FAPESP y la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep), a través del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico. El convenio tendrá una vigencia de 12 meses, prorrogables por otros doce. El proyecto será coordinado por el Centro de Biología Molecular Estructural (CeBiME), dependiente del Laboratorio Nacional de Luz Sincrotón. Prevé la implementación de una red de investigación científica que brindará apoyatura para dar continuidad a los proyectos genoma ya concluidos, como el de laXylella fastidiosa , laXanthomonas citri , el del cáncer y el bovino, entre otras acciones. El convenio va a financiar desde la actualización de los grandes equipamientos disponibles hasta la adquisición de mobiliario y pequeños equipos de apoyo. Las propuestas deben enviarse a la FAPESP hasta final de septiembre.
El Pronex, el cuarto programa incluido en el convenio, contará con un total de 30 millones de reales para apoyar la ejecución de proyectos de grupos consolidados de investigación. Serán financiables elementos de costeo y de capital bajo los mismos moldes previstos para los proyectos temáticos de la FAPESP, y las propuestas podrán prever recursos de hasta un millón de reales durante un período de cuatro años. Los proyectos deberán presentarse como máximo hasta el día 22 de septiembre.
Los cuatro primeros programas financiados en el marco de este convenio inauguran una sociedad que, de acuerdo con la evaluación del presidente del CNPq, se expandirá “a medida que se adquiera experiencia”. Representantes de la región norte del país sugirieron que el CNPq financiase becas de desarrollo regional para jóvenes investigadores, doctores e investigadores séniores de todo el país que quieran instalarse en la región. Los “estados hospederos” ofrecerían un “ajuar” con equipos, material de consumo y de costeo, y el CNPq participaría con “una dote” por valor de hasta 50 mil reales. “la propuesta fue aceptada y extendida a las regiones nordeste y centro-oeste”, dice Camargo. Alagoas, Sergipe y Bahía han firmado convenios en el ámbito de este nuevo programa. Esta flexibilidad también permitió que en Paraná y en Santa Catarina se firmasen convenios para la realización de estudios y diagnósticos de las diversas áreas de producción científica en ambos estados, para detectar las regiones con más carencias.
Descentralización
Los nuevos convenios ponen en práctica la intención del gobierno de descentralizar el área de ciencia y tecnología en Brasil. “En algunos sectores, esta idea fue mal entendida, e interpretada como un secuestro de recursos de las regiones sur y sudeste”, se lamenta Camargo. “Nuestra intención es que otros sectores también participen en las actividades de la comunidad científica; no es fragmentar los recursos.” Las críticas a los cambios implementados en el Pronex ?que pasó a contar con contrapartida de las FAPs? tienen su origen, según Camargo, en esa mala interpretación.
“El Pronex estaba sin recursos, y la transferencia era errática”, justifica. La sociedad con los estados permitirá duplicar los recursos del programa, y en tres años llegará a los 100 millones de reales.Los recursos del CNPq, de acuerdo con Camargo, ya están siendo provistos. La expectativa es que los estados cumplan con los términos de los convenios. “Si los estados no lo hicieren, le compete a la comunidad científica movilizarse.”
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